Al menos 15 niños murieron en un incendio en un orfanato en Puerto Príncipe, capital de Haití, administrado por una congregación cristiana de Estados Unidos, informaron este viernes fuentes oficiales.
Dos niños quedaron «completamente calcinados» en sus habitaciones cuando se desencadenó el fuego en la noche del jueves y otros trece murieron por problemas respiratorios en el hospital, según dijo a periodistas la juez del Tribunal de Paz del sector de Kenscoff, Raymonde Jean Antoine.
«Desafortunadamente, el hospital Fermathe, donde fueron admitidas las víctimas, no pudo hacer mucho. Incluso antes de llegar allí, ya estaban en un estado grave, su respiración era muy débil», explicó la juez en el orfanato.
La causa del incendio, al parecer, fue una vela encendida dejada sobre una tabla en un pasillo de una de las dos casas que componen el orfanato.
El fuego se propagó por la planta baja del edificio, dejando carbonizado un dormitorio y otras dependencias, pero el humo también afectó al primer piso, donde se ubica el resto de las habitaciones de los menores.
El orfanato tenía capacidad para 66 niños y está administrado, desde hace 40 años, por la Iglesia de la Comprensión de la Biblia, una congregación cristiana con sede en Pennsylvania, Estados Unidos.
El centro, ubicado en la zona Fermathe, en las colinas que dominan el sector de Pétion-Ville, en el sur de la capital haitiana, no tenía licencia de operación, según afirmó la directora del Instituto de Bienestar Social, Arielle J. Villedrouin, en declaraciones a la radio Magik 9.
Según los datos del Instituto de Bienestar Social, esta situación es común, puesto que solo 35 orfanatos poseen licencia de funcionamiento, de los 754 que existen en Haití.
Haití atraviesa una grave crisis política, económica y social desde el año pasado, lo que provocó protestas generalizadas los pasados septiembre y noviembre.
La crisis ha causado un bloqueo de las instituciones públicas, el Gobierno está en funciones desde marzo de 2019 y el Parlamento está clausurado porque acabó el mandato de los diputados y la mayoría de los senadores sin que se celebrasen elecciones para renovar las Cámaras.
Además, a finales del año pasado, las escuelas permanecieron cerradas en todo Haití por casi dos meses, ante las protestas antigubernamentales.
Durante ese periodo, dos millones de menores permanecieron en casa sin clases, lo que agravó la delicada situación del sistema educativo.
Si bien en Haití se ha registrado un aumento significativo de la asistencia a la escuela en la última década, la tasa de matriculación de los niños, el número de días que pasan en la escuela y la calidad de la educación siguen siendo de los más bajos de América Latina y el Caribe.