El Gobierno nacional publicó el decreto por medio del cual se reglamenta y regula el desarrollo los Proyectos Piloto Integrales de Investigación (PPII) de fracking en Colombia.
El documento señala que las personas jurídicas que quieran realizar los proyectos pilotos, deberán hacer una solicitud ante a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y cumplir con los requisitos que dicha entidad establezca para este propósito, acorde con la ubicación geográfica que determine el Ministerio de Minas y Energía.
Se añade en el decreto que,“la Agencia Nacional de Hidrocarburos determinará los mecanismos contractuales o las modificaciones a los mismos, según corresponda, para el desarrollo de los mencionados proyectos”.
Otro de los requisitos, que deberán cumplir las empresas interesadas en desarrollar los pilotos de fracking, es tener la licencia ambiental que deberá expedir la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).
Adicionalmente, el Ministerio del Interior establecerá la regulación sobre los aspectos sociales y el relacionamiento territorial, conjuntamente con el Ministerio de Minas y Energía y la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
«No vamos a hacer explotación comercial, hemos expedido un decreto de proyectos piloto de investigación, aquí hay oportunidad para conocer y tener líneas bases sobre el subsuelo, la biodiversidad, acuíferos, temas sociales y salud», explicó la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez.
Más aquí: Producción de petróleo en Colombia cayó durante enero Según la normativa, los pilotos se desarrollarán en tres etapas: etapa de condiciones previas, donde se piden todas las licencias; etapa concominante, en la que se otorga la licencia y se empieza a practicar la técnica de fracturamiento hidráulico multietapa con perforación horizontal y la etapa de evaluación, en la que se publican los resultados de la práctica.
El Comité Evaluador será el encargado de analizar la información generada y necesidades de fortalecimiento institucional durante la ejecución de los pilotos, teniendo en cuenta aspectos como recurso hídrico, ecosistemas y biodiversidad, entre otros.
Tras este proceso emitir recomendaciones, en relación con el uso de la técnica del fracking en yacimientos no convencionales, con fines comerciales.