Luis Alfredo Garavito Cubillos, el colombiano tristemente famoso por el abuso sexual y asesinato de cientos de niños y niñas en la década de los noventa en diferentes partes del país, fue hospitalizado en el hospital Rosario Pumarejo de Valledupar, el pasado 10 de marzo por un cuadro de leucemia crónica.
La Bestia o El Monstruo de Génova, como se le conoce, partió en dos la historia de Colombia por su sevicia para violar, torturar y asesinar a cientos de niños, a su paso por once de los 32 departamentos del país.
Garavito nació en Genova, Quindió el 25 de enero de 1957, pero su familia se fue rápidamente al Valle del Cauca, donde comenzó a presentar fuertes episodios de rabia. Varios analistas del asesino serial aseguran que todo se debía a los fuertes golpes que su padre le propinaba y al abuso sexual del que fue víctima por parte de uno de los amigos del papá que tenía una droguería donde era llevado a supuestas revisiones.
“Pero no solamente lo violaba, sino que también lo torturaba. Garavito cuenta cómo con una vela lo quemaba mientas lo violaba y también lo cortaba con una cuchilla de afeitar”, afirmó el escritor Esteban Cruz para una entrevista al diario El Tiempo en el año 2018.
Cuando creció, El Monstruo de Génova comenzó a sentir un fuerte deseo por los niños, lo que lo lleva a convertirse en un pedófilo y “descubre que cuando tortura a un niño siente más placer sexual”, agregó Cruz.
Garavito tenía dos personalidades; era un hombre callado, introvertido y sumiso, pero tan pronto consumía licor se volvía violento y problemático, pero este consumo de alcohol lo llevó con el tiempo a superar los límites y cometer cerca entre 140 y 200 crímenes. La cifra no es clara porque él solo confesó 140 asesinatos, pero las autoridades creen que fueron cerca de 200.
Al perpetrar cada crimen, Garavito se tomaba desde un sorbo hasta media botella de aguardiente o brandy, luego llevaba a sus víctimas a zonas apartadas –tras haberlas analizado- y allí, después de amedrentarlos con un cuchillo, empezaba el ritual con el cual asesinó a cientos de niños.
Los investigadores dicen que mientras abusaba de cada niño, les iba propinando puñaladas, entre otras aberraciones, y finalmente le hacía una cortada profunda en el vientre para que se desangrara o, incluso, los degollaba.
De todos los casos que se le atribuyen, solo unos pocos niños lograron escapar con vida. William Trujillo fue uno de ellos.
Semanas atrás, Trujillo rompió su silencio y decidió contar detalles de cuando fue víctima de ‘La Bestia’.
A los 9 años, en Caicedonia, Valle del Cauca, el pequeño William vio a unos niños jugando con cartones para resbalarse por una ladera y entonces quiso participar. Cuando se iba a lanzar, Garavito lo cogió del cuello y luego lo sometió, abrazándolo por detrás.
Doce horas duró ese martirio para Trujillo que terminó encerrado dentro de una casa con el ‘Monstruo’, mientras accedía a todos sus caprichos, pues sabía que su vida dependía de eso. “Cuando él sentía a alguien merodeando la casa me apretaba y me decía que me quedara callado», relató.
‘La Bestia’ fue capturado el 22 de abril de 1999 en zona rural de Villavicencio. Ese mismo año confesó crímenes de por lo menos 140 menores, que fueron cometidos desde 1992.
En la cárcel de máxima seguridad ‘La Tramacúa’, Garavito pasaba las 24 horas del día recluido y se dedica a hacer manillas, aretes y collares, mientras cumplía su condena, antes de ser hospitalizado y diagnosticado con leucemia crónica.
Entre tanto, las autoridades desconocen si por la conformación del diagnóstico, Garavito permanecerá internado, sin embargo, el tratamiento médico a seguir es realizar a diario transfusiones de sangre.