El Congreso tuvo que aplazar el inicio de las sesiones ordinarias que estaba previsto para esta semana, debido a la emergencia que hay en el país por el coronavirus Covid-19.
Según la Presidencia del Senado, la legislatura queda aplazada hasta el próximo 13 de abril, es decir, después de Semana Santa.
Sin embargo, esta decisión podría perjudicar el trámite de las reformas constitucionales que hacen tránsito en el legislativo. Una de las que se podría hundir, es la iniciativa de cadena perpetua para violadores y asesinos de niños.
Aunque los congresistas tienen pensado reponer el tiempo perdido durante el receso de mitad de año, la legislación es muy clara en que durante esa época no se pueden estudiar reformas constitucionales.
Esto quiere decir que el proyecto de prisión perpetua obligatoriamente debe estar aprobado en su octavo debate antes del 20 de junio, fecha en la que oficialmente debe termina esta legislatura, porque de lo contrario la propuesta se hundirá por tiempos.
Así lo explicó el secretario general del Senado, Gregorio Eljach, quien dijo que “el Senado y la Cámara pueden trabajar en el periodo de receso, en lo que se llama sesiones extraordinarias por convocatoria exclusiva del Ejecutivo, pero hay prohibición para que las reformas a la Constitución se tramiten en esos recesos, de tal manera que solo se podría trabajar en leyes, no en reformas constitucionales”.
Y añadió: “Así las cosas, el periodo para modificaciones a la Constitución que este en tránsito terminaría el 20 de junio y no se podría trasladar por virtud de este aplazamiento hacia el periodo del receso”.
El Gobierno Nacional está analizando si es conveniente o no radicar la reforma a la Justicia, teniendo en cuenta que este será un periodo legislativo mucho más corto de lo normal.
Texto realizado por Daniel Jerez/ Artículo tomado de RCN RADIO.