El número de muertes por el coronavirus en Brasil subió un 39 % en el último día, de 18 el sábado a 25 este domingo, mientras que el de casos confirmados creció un 37 %, de 1.128 a 1.546 en el mismo período, según el último balance del Ministerio de Salud.
En las últimas 24 horas se registraron 7 nuevas muertes y 418 nuevos casos, según el boletín.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, pese al aumento de los fallecimientos, la tasa de mortalidad por coronavirus en Brasil se mantuvo estable en el 1,6 % de los infectados.
El informe indica que la enfermedad ya se extendió a todos los 27 estados de Brasil, con la confirmación de los primeros casos en los estados amazónicos de Roraima y Maranhao.
La región más afectada del país es la sudeste, que concentra los tres estados más poblados del país (Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro) y en la que se ha registrado 926 casos, el 59,9 % del total.
Sao Paulo, el estado más poblado y más afectado por la enfermedad, contabiliza 631 casos, frente a las 459 del sábado, y 22 de las 25 muertes.
Las otras tres muertes se registraron en Río de Janeiro, que ha registrado 186 casos confirmados.
Enseguida se ubican los estados de Ceará, con 112 casos confirmados, Brasilia (111), Minas Gerais (83) y Río Grande do Sul (72).
La rápida expansión del coronavirus obligó al Gobierno brasileño a declarar el viernes que el virus es transmitido de forma local y comunitaria en todo el país, es decir que ya no se limita a pacientes que lo contrajeron en el exterior o a sus allegados.
La gravedad de la situación en Sao Paulo obligó al gobernador de ese estado, Joao Doria, a decretar el sábado una cuarentena de 15 días a partir del martes, que prevé que la mayor parte de población se resguarde en sus viviendas y que tan sólo funcionen los comercios y servicios esenciales, como salud, alimentación y seguridad.
Según Doria, establecimientos como hospitales, clínicas, farmacias, supermercados, panaderías, carnicerías y minimercados pueden seguir funcionando. Los restaurantes y bares tendrán que cerrar sus puertas pero podrán seguir operando para atender exclusivamente entregas a domicilio.
El presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, pese a que en los últimos días ha manifestado su preocupación con la situación pero insiste en que no se reaccione con pánico, ha criticado algunas de las medidas adoptadas por los gobiernos regionales para hacer frente al coronavirus.
El jefe de Estado llegó a calificar a Doria de «lunático» por su decisión de decretar cuarentena en un estado que, con 46 millones de habitantes, concentra el 22 % de la población brasileña y casi la tercera parte del PIB.
Bolsonaro, que en un primer momento le restó importancia al coronavirus y el viernes llegó a llamarlo de «gripita», asegura que más de la mitad de los brasileños, en caso de que se contagie, ni se dará cuenta de que fue infectado.
El mandatario se dice confiado en el resultado de los ensayos clínicos que se hacen en varios países, incluso Brasil, para determinar la eficacia de algunas medicinas como la cloroquina en el tratamiento del COVID-19.
El gobernante anunció la víspera por sus redes sociales que le ordenó al Laboratorio del Ejército que eleve su producción de cloroquina, una medicina usada para tratar malaria, artritis y lupus, ante la posibilidad de que pueda ser eficaz contra el coronavirus.
Pese a los mensajes tranquilizadores del gobernante, la gran mayoría de los brasileños teme contraer el Covid-19 (74 %) y apoya las medidas restrictivas adoptadas por los gobiernos regionales, como la cuarentena (73 %), según un sondeo divulgado este domingo.
Para el 88 % de los brasileños la pandemia es una amenaza grave y un 83 % reconoce que puede contagiarse.