Los contagios por coronavirus se han multiplicado en Ecuador más de 26 veces, de 37 a 981, en los apenas siete días que rige el estado de excepción decretado por el presidente Lenín Moreno, en parte, por el descontrol inicial en Guayaquil.
Según los datos provistos por las autoridades el pasado 16 de marzo, cuando Moreno hizo su dramático anuncio, que muchos vieron como prematuro pero que ha probado ser paliativo en grandes partes del país con la excepción de la provincia de Guayas (suroeste), entonces había registrados 37 casos de contagio y apenas 2 fallecidos.
Hoy, según el último balance, se elevan a 981 los contagios y a 18 los fallecidos, la inmensa mayoría en Guayas, donde aparecieron los primeros brotes hace ya más de tres semanas.
Solo en Guayaquil, la segunda ciudad más poblada con 2,2 millones, se registran 526 casos, el 53% de todos los constatados, y por provincias, Guayas alberga el 78,3 por ciento de los contagios en Ecuador, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas de excepción.
«En esta zona se manejará la provincia del Guayas con el gobernador, el comandante de las Fuerzas Armadas y también el viceministro de Salud, lo que permitirá dar un tratamiento mucho más específico a la provincia», apuntó el domingo la ministra ecuatoriana de Gobierno, María Paula Romo.
Y agregó que las Fuerzas Armadas manejarán como una «zona de seguridad nacional» la provincia costera, donde desde la semana pasada ya imperaba un toque de queda nocturno más extendido que en el resto del país.
La directora del Servicio de Gestión y Emergencias, Alexandra Ocles, explicó hoy al respecto que «ahí van a intervenir las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y la Gobernación del Guayas para establecer un corredor humanitario que pueda proveer de alimentos a la provincia y tener un mayor control».
En contraste con Guayaquil, en Quito (provincia de Pichincha) donde se concentra el 17% de la población ecuatoriana, hay constatados a día de hoy unos 65 casos (6,6%).
Ello se debe a que la capital adoptó medidas más draconianas que en otros lugares, y también a que se benefició del hecho de que el primer contagio llegó mucho más tarde.
Un ejemplo se dio este domingo cuando activó siete puntos de control preventivo en los ingresos a la ciudad a fin de evitar la propagación «interurbana» del coronavirus.
Los puntos de control cuentan con protocolos de entrada y salida de vehículos de pasajeros y carga, en los que funcionarios verifican las condiciones de salud de los ocupantes de los vehículos y las características sanitarias de la carga que trasladan.
En total, en Ecuador hay 18 provincias afectadas, de las 24 que tiene el país, pero los casos se reducen sustancialmente fuera de Guayas y Pichincha.
Las tres siguientes con más casos son los Ríos, con 28, Manabí, con 27, y Azuay con 23, mientras que las otras 13 se mantienen por debajo de la decena.
En su último parte, Ocles agregó las provincias de Cotopaxi y Tungurahua a las zonas de contagio, en lo que es una expansión progresiva por todo el territorio nacional de la que por ahora solo quedan fuera Orellana, Pastaza, Napo y Zamora Chinchipe, -las cuatro en la Amazonía-; en el norte, Carchi, fronteriza con Colombia, y Galapagos, situada a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.
«Hemos logrado identificar que casi el 70 por ciento de los ecuatorianos han cumplido con la restricción de movilización lo que ha permitido el virus no tenga una fuerza de contagio extraordinaria», explicó en rueda de prensa Andrés Michelena, Ministro de Telecomunicaciones.
El cerco epidemiológico aumentó a día de hoy a 1.347 personas, hay 708 casos bajo sospecha, 1.091 descartados y tres que pacientes recuperados.
Hasta el momento, en Ecuador se han atendido más de 5.800 casos a través del sistema de telemedicina 171, sistema con el cual las autoridades dicen haber logrado que «no se saturen los centros médicos». EFE