El papa Francisco se refirió a los los gobiernos que no adoptan medidas para defender a la población del coronavirus y sobre las consecuencias sociales a las que deberán enfrentarse. Advirtió que «no defender a los pueblos del Covid-19 es cometer genocidio virósico».
El pronunciamiento lo hizo a través de una carta dirigida a Roberto Andrés Gallardo, Presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales, en la que el pontífice analizó la situación del presente y el futuro en el marco de la actual pandemia de Covid-19.
En la mima carta el papa dijo que se siente “edificado”, ya que algunos gobiernos han tomado medidas ejemplares con el fin de defender a la población e indicó que «las medidas que son un sacrificio para la población, molestan a quienes se ven obligados a cumplirlas pero siempre es para el bien común», refiriendose al confinamiento y aislamiento obligatorio.
Y agregó que la mayoría de las personas las aceptan con una actitud positiva, según el Santo Padre, «No defender a la gente supone un descalabro económico».
El papa Francisco invitó hoy a la sociedad y a la Iglesia a acoger a las personas sin techo ante la pandemia de coronavirus que afecta al mundo, durante la misa matutina que celebra cada día en su residencia, la Casa Santa Marta.
«Rezamos hoy por aquellos que no tienen una casa en este momento en que se nos pide que permanezcamos dentro. Para que la sociedad de hombres y mujeres se de cuenta de esta realidad y los ayude y la Iglesia les acoja», empezó el pontífice.
Francisco dedica cada día sus oraciones en estas misas a los más afectados o expuestos a la pandemia de coronavirus en el mundo y de hecho ha decidido retransmitirlas para acompañar a la gente confinada, pues antes eran eucaristías privadas.
Las celebra siguiendo medidas de seguridad para evitar contagios, como la ausencia de fieles, acompañado únicamente por algunos celebrantes separados entre sí.
El papa, además de donar 30 respiradores mecánicos a Italia y España, entre otras cosas ha ordenado la apertura de los comedores de Cáritas en la diócesis de Roma siempre respetando las normas de seguridad y mantiene abiertos cinco centros de acogida.
En el Vaticano han sido identificadas seis personas positivas con coronavirus, el último un funcionario de la Secretaría de Estado que vivía en la residencia del papa.
No obstante, el pontífice ha dado negativo en dos pruebas del coronavirus, confirmó la Santa Sede en un comunicado.
La pasada noche se confirmó el contagio del cardenal vicario de la diócesis de Roma, Angelo De Donatis, de 66 años, ya ingresado en el hospital romano Gemelli con síntomas de fiebre pero en «buenas» condiciones generales, según un comunicado.
En el Vaticano se han tomado medidas para evitar las aglomeraciones de fieles siguiendo las impulsadas en Italia, donde la pandemia ha contagiado a más de 100.000 personas, sobre todo en el norte, de las que 75.528 siguen infectadas y 11.591 han muerto.
El papa ofrece las misas, las audiencias generales de los miércoles o el rezo del Ángelus por vídeo y se ha cerrado la plaza de San Pedro y la basílica a los fieles de forma temporal hasta el 3 de abril, así como otros espacios como los Museos Vaticanos.
Incluso el diario del Vaticano, «L’Osservatore Romano» ha dejado de imprimirse después de 159 años para evitar contagios entre su plantilla, pero mantendrá su edición digital.
Las medidas de cautela ante esta pandemia llevadas a cabo por el Vaticano han obligado a suspender el viaje que tenía previsto realizar Bergoglio a Malta el 31 de mayo.