En 2005, el entonces presidente cubano, Fidel Castro, ordenó la creación de un contingente médico de emergencias para ofrecer asistencia a Estados Unidos tras el desastre del huracán Katrina en Nueva Orleans.
El país vecino rechazó la ayuda, pero ya había nacido la brigada Henry Reeve, que hasta hoy ha asistido en primera línea en incontables crisis y desastres: la epidemia de ébola en Sierra Leona, Guinea Conakry y Liberia (2014-2015) y la de cólera en Haití, los terremotos de ese país caribeño, Pakistán (2005) y Nepal (2015), inundaciones y huracanes en Centroamérica y el Caribe…
La experiencia acumulada en estos tres lustros les hace tremendamente valiosos en emergencias médicas y fue reconocida en 2017 por la Organización Mundial de la Salud con el premio de Salud Púbica en Memoria del Dr.Lee Jong-wook.
La necesidad es la madre de la invención
A todo el bagaje acumulado por la Henry Reeve se suma la capacidad de respuesta de los cubanos, que tras 60 años bajo embargo de Estados Unidos y con una economía planificada mostradamente ineficiente, están acostumbrados a enfrentar situaciones difíciles con recursos limitados.
Desde entablillar un miembro roto con madera del marco de una puerta a emplear un vaso de plástico como nebulizador, los médicos cubanos tienen una reconocida experiencia en reaccionar rápido y buscar soluciones dado el perpetuo desabastecimiento de su país.
¿Qué países han pedido médicos cubanos para luchar contra el coronavirus?
Además de los 53 médicos y enfermeros que ya están en la región italiana de Lombardía, en las últimas dos semanas han partido brigadas de médicos y enfermeros a Granada, Surinam, Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Santa Lucía.
A Venezuela, donde trabajan más de 20.000 doctores cubanos, se desplazaron seis especialistas de la Henry Reeve y otros cinco de ese mismo contingente viajaron a Nicaragua para colaborar con ese país en la implementación de los protocolos de control, enfrentamiento y tratamiento a la COVID-19.
Las especialidades más demandadas por los países son la terapia intensiva, virología, epidemiología y farmacología, de acuerdo a reportes de la prensa estatal.
La polémica con Estados Unidos
Las misiones médicas cubanas, sin embargo, se han convertido también últimamente en un frente de batalla entre la isla y Estados Unidos, que esta misma semana instó a los países que están solicitando ayuda médica a La Habana a que examinen los acuerdos y pongan fin «a los abusos laborales».
EE. UU. inició hace meses una campaña de ataques a los servicios médicos del país caribeño, a cuyo Gobierno acusa de retener la mayor parte del salario del personal sanitario mientras los expone a «condiciones laborales atroces».
Cuba tacha de «mentiras y campaña inmoral» esas acusaciones y ha pedido apartar «la mezquindad y la hostilidad» en medio de la pandemia del COVID-19 que ya se ha cobrado miles de víctimas en solo tres meses.
En el último año la isla caribeña también retiró, por enfrentamientos con trasfondo político, a los miles de médicos de sus misiones en Brasil, Ecuador y Bolivia. Aparte de por las condiciones laborales, organizaciones de derechos humanos críticas con el Gobierno cubano también han considerado en los últimos días que las misiones médicas son empleadas como propaganda.