«Estoy bien, estoy en una fase de recuperación. Ya los síntomas me dejaron hace unos días», comienza narrando Tamara Ospina, una colombiana de 33 años que padeció el coronavirus.
Desde su casa en Barcelona, Tamara nos atendió con una videollamada. Tenía un saco de color claro y con una apariencia de alguien que fue a una guerra y ganó la batalla.
«Todavía tengo tos, no tengo olfato. No sé cuánto vaya a tardar esto pero ya no estoy sufriendo, no estoy en cama. Sigo pensando en fortalecer mi cuerpo», cuenta en diálogo con RCN Radio.
Y es que todo comenzó hace casi un mes, cuando tuvo que viajar a Italia por dos semanas. «Llegué en un momento donde Europa no había entendido qué significaba este virus. Italia ya tenia casos cuando yo llegué y de un momento a otro, pasó de tener mas de 100 a tener unos 600 casos», relata.
Recuerda que la gente en Italia, Francia y España, «no se tomó en serio esta enfermedad. Era difícil asimilarla porque no teníamos referencia. Las personas tomaron demasiado tiempo en entender que debían encerrarse en casa. Los gobiernos también tardaron demasiado».
Síntomas
Los síntomas empezaron, recuerda, el sábado 14 de marzo, cuando estaba en su casa en Barcelona, después de viajar desde Italia y Francia.
«Comencé a tener tos, molestias en la garganta y así me acosté a dormir. Ya en la mitad de la noche desperté con fiebre, sentí dolor muscular. En mi caso, este fue el síntoma que más me hizo sufrir porque me dolió mucho la espalda», dijo.
Aseguró que en los próximos dos días empezó a desarrollar más fuertes los síntomas. «No me paraba de la cama y el dolor se volvió intenso en la espalda», señala.
Error en la automedicación
Esta joven colombiana, radicada en España, cuenta que al principio, como los dolores eran tan fuertes, decidió tomar Ibuprofeno.
«Tal vez eso hizo que se aumentaran los síntomas porque un médico al que consulté, en el cuarto día de mi enfermedad, me dijo que lo mejor era tomar únicamente paracetamol (en Colombia, acetaminofén)», sostiene.
Con el paracetamol, contó que la fiebre y el dolor comenzaron a aliviarse, aunque le fue difícil en los siguientes dos días pararse de la cama.
«Con este medicamento sentí un alivio y pude dormir mejor. Días después, un compañero me trajo frutas a la puerta de la casa y gracias a eso pude pasar esta enfermedad con caldo de pollo y aguapanela con limón».
Mensaje
Ospina cree que «debemos exigirle a los gobiernos locales y Nacional, garantías para sobrellevar esta emergencia en el país, además de tener un sentido comunitario entre los colombianos».
«Somos muy vulnerables en el país. Primero por un sistema de salud pública que se ha debilitado durante 30 años de políticas neoliberales», indica.
Y añade: se debe exigir un aumento en la capacidad hospitalaria del país, nacionalizar la red de salud privada (por lo menos mientras pasa esta emergencia), contratar suficientes médicos y enfermeras, dotarlos de todas las herramientas para su protección, comprar muchos kit de pruebas y por supuesto atender la necesidad de las personas más vulnerables. Garantizarles el alimento y la vivienda».
Fuente: Sistema Integrado de Información