Los Obispos de Guapi, Tumaco, Buenaventura, Istmina – Tadó y Quibdó, con presencia pastoral en la Costa Pacífica colombiana, nos unimos a los esfuerzos que desde la institucionalidad y del sector de la salud se vienen implementando para contener y mitigar las afectaciones del coronavirus. Desde nuestra realidad de pastores, oramos pidiendo luces para afrontar con responsabilidad y solidaridad este desafío; y al mismo tiempo, llamamos la atención sobre la crítica situación social y sanitaria ante las amenazas de la pandemia del Covid 19 en la región.
Junto al Papa Francisco, decimos: “En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos.” (Mensaje del 27 de marzo de 2020).
Unidos a las comunidades de nuestras iglesias particulares, hacemos las siguientes solicitudes:
- Al Gobierno Nacional, para que priorice un enfoque diferencial étnico y territorial con esta región del país que ha sufrido históricamente el abandono estatal y que presenta las mayores carencias a nivel de satisfacción de necesidades básicas, infraestructura hospitalaria y personal de salud. Se requieren medidas contundentes e inmediatas que sean de conocimiento público en cada una de las subregiones de este territorio sobre prevención y atención, para evitar una de las peores catástrofes humanitarias que puede dejar esta emergencia.
- A las autoridades departamentales y municipales les pedimos continuar con el esfuerzo integral de articulación y comunicación para poder afrontar este difícil reto. No es el momento de las divisiones sino de la unidad. No es la hora de los protagonismos sino de las alianzas.
- Invitamos a la población a tomar en serio todas las medidas de prevención para contener y mitigar las afectaciones de la pandemia. Constatamos que una gran parte de niños, jóvenes y adultos del territorio no han comprendido la gravedad de la situación y la importancia de las medidas proclamadas por las autoridades. De continuar así, el riesgo será mayor y dejará lamentables pérdidas.
- Pedimos la solidaridad de personas, instituciones y empresas de la región y de otros lugares de Colombia. Los apoyos significativos son muy importantes para una región tan golpeada por el empobrecimiento. Se necesitan alimentos para cumplir la cuarentena de un amplio sector de la población, dotación pertinente para hospitales y centros de salud, elementos de bioseguridad, medios de transporte y combustible para trasladar víveres por mar, ríos, carreteras y vía aérea, al igual que al personal médico y a los eventuales pacientes de esta pandemia.
- Exigimos a todos los grupos armados que hagan un cese al fuego y terminen con todas las acciones violatorias del Derecho Internacional Humanitario. Es hora de pensar en las comunidades.
Esta situación nos está exigiendo cambios radicales. Reiteramos a todos nuestra oración continua al Dios de la vida, y nuestro acompañamiento y compromiso humanitario. Imploramos la protección de la Virgen María en la advocación de Nuestra Señora del Carmen, para que nos acompañe en este momento difícil y nos sostenga en la esperanza.
Fuente: ACN Colombia