Una llamada anónima dio la alerta. Un anciano había aparecido muerto en el cobertizo de una residencia de Andover (Nueva Jersey). La policía del condado de Sussex acudió de inmediato y al final encontraron un total de 17 fallecidos apilados en una pequeña morgue prevista para sólo cuatro cuerpos. «Nos sentimos indefensos», dicen los familiares en un grupo de Facebook en el que tratan de pedir explicaciones y ayuda a las autoridades.
Se trata del hogar de ancianos Andover Subacute and Rehabilitation Center y esas 17 muertes elevan a 68 los residentes fallecidos recientemente en sus dos centros, 26 con positivo del COVID-19, además de contagiar a muchas enfermeras, entre las que reina la preocupación. Hay muchos fallecidos -el total son el 10 % de sus 700 residentes- de los que aún no se ha dado explicación médica.
Todos apuntan a que la causa de tan alta mortalidad es el coronavirus, pero en las residencias también han fallado las pruebas diagnósticas.
«Cuando llegamos vimos que estaban abrumados por la cantidad de personas que expiraban», comentó a medios locales el jefe de policía de Andover, Eric C. Danielson, nada acostumbrado a una situación dantesca como la actual en un pequeño pueblo en la zona más septentrional del estado de Nueva Jersey.
«Me siento tan indefensa», escribió una de las familiares de los mayores fallecidos, la mujer que comenzó el pasado martes un grupo de afectados en Facebook tras recibir las primeras noticias. “Siento que todos van a tener el COVID. ¿Qué hacemos?», se preguntaba dolida por la tardanza en la reacción del centro y las autoridades.
Lo primero que lograron fue que los cuerpos fuesen trasladados a un camión frigorífico, una de esas morgues móviles que proliferan estos días de pandemia en todo Estados Unidos, sobre todo en la costa Este, y que las autoridades provean de material sanitario de prevención al personal de las residencias de la zona.
La desesperación es mayor aún entre los familiares porque entre las órdenes del confinamiento actual está el hecho de que las autoridades federales prohíben desde mediados de marzo las visitas a los geriátricos y centros de veteranos.
«Una vez que una persona de la residencia se enferma, se propaga con bastante rapidez «, dijo el congresista Josh Gottheimer. «Estamos viendo esto en todo el estado».
Gottheimer dijo que tanto su oficina como los funcionarios estatales están trabajando para que la instalación de Andover tenga lo que necesita, lo que, según él, se dificulta debido a la «gran escasez de enfermeras» en Nueva Jersey. Su oficina contactó este miércoles a FEMA, la agencia federal de Emergencias, y al secretario de Salud y Servicios Humanos para ver si hay ayuda federal disponible.
El descubrimiento en el centro de Andover se produce cuando 5.670 personas murieron por coronavirus en hogares de ancianos en los EE. UU., según datos del gobierno federal.
El gobernador del estado de Nueva Jersey, Philip D. Murphy, ha afirmado que una vez que acabe la pandemia del coronavirus se abrirá una investigación sobre lo que ha sucedido en Andover, pero eso ya será tarde para las familias de los afectados.
EFE (Carles Escolà)