Reunido en consejo de ministros, el gobierno español de Pedro Sánchez, aprobó este martes una nueva prórroga del confinamiento hasta el 9 de mayo, que el miércoles deberá ser ratificada por el Congreso de los Diputados.
No obstante, a partir del 27 de abril, se relajará tímidamente el confinamiento para los niños que desde hace cinco semanas no pueden salir de casa, en un país que mantiene uno de los confinamientos más férreos en Europa.
Las salidas serán muy limitadas: los menores de 14 años podrán acompañar a uno de sus padres cuando salgan en uno de los casos autorizados, como ir al supermercado, la farmacia o al banco.
«Se trata de un alivio parcial del confinamiento, pero tenemos que insistir que la prioridad es evitar un retroceso en la lucha contra el virus«, dijo la portavoz gubernamental María Jesús Montero.
Los expertos advierten que la normalidad tardará mucho en recuperarse, especialmente en un país muy dado a darse besos y abrazos, hacer vida en la calle y quedarse en bares y restaurantes.
«Durante unas cuantas semanas, incluso cuando se empiecen a levantar las medidas impuestas, habrá que tener mucho cuidado con el tipo de relaciones personales» que tengamos, dijo el doctor Simón.
La medida, incluida en la nueva prórroga del estado de alarma, aplica para un total de 6,8 millones de menores de esa edad en todo el país.
Esta medida de flexibilización del confinamiento para los niños se ha hecho «siguiendo las recomendaciones de los expertos y ponderando el riesgo y beneficio», recalcó Montero.
Era una demanda de pediatras y asociaciones de padres, que en los últimos días insistieron en el impacto psicológico negativo que un encierro prolongado puede provocar en los más pequeños, generando multitud de trastornos como la obesidad ante la falta de actividad física, la ansiedad o el nerviosismo.
Ligero repunte de fallecidos
Según el último balance del ministerio de Sanidad, 430 personas fallecieron en las últimas 24 horas debido a la enfermedad, un ligero repunte desde las 399 del lunes que las autoridades atribuyen al retraso en la comunicación de casos del fin de semana.
El número total de defunciones por la COVID-19 asciende a 21.282 personas en España, el tercer país con peor balance después de Italia y Estados Unidos. A comienzos de abril, España llegó a registrar 950 fallecidos en un día.
«Seguimos manteniendo una tendencia claramente descendente con el número de fallecidos» pero todavía «es una cifra que nos preocupa», reconoció el director del centro de emergencias sanitarias, el doctor Fernando Simón.
La cifra de contagios diagnosticados aumentó en casi 4.000 hasta superar los 204.000 mientras que la cifra de pacientes curados incrementó en 2.000 personas hasta los 82.514.
«Los datos de esta evolución de la pandemia en nuestro país nos permiten albergar un rayo de esperanza«, dijo la portavoz gubernamental, María Jesús Montero.
Entre los infectados hay 31.788 trabajadores del sector de la salud, una cifra muy elevada que está generando fuertes críticas al gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez, acusado de no proveer el material de protección a médicos y enfermeras.
El diario El País asegura este martes que más de 1.000 profesionales de la salud tuvieron que ser puestos en aislamiento tras haber utilizado un lote de cientos de miles mascarillas defectuosas que se retiraron la semana pasada.
Foto: AFP
Fuente: EFE y AFP