La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la crisis por el nuevo coronavirus no terminará pronto, ya que numerosos países aún están en el inicio de su enfrentamiento a la epidemia, aunque Europa apresta una gradual salida del confinamiento.
La pandemia ha provocado no apenas una emergencia de salud sino también una severa crisis económica mundial, con empresas que luchan por sobrevivir, millones de personas sin trabajo y millones más enfrentando el hambre.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con la vista puesta en el desempleo generalizado y sus perspectivas de reelección en noviembre, firmó una orden ejecutiva que suspende por 60 días la emisión de nuevos permisos de residencia a extranjeros, en un freno temporario a la inmigración.
«No se equivoquen: tenemos mucho camino por delante. Este virus nos acompañará durante largo tiempo«, aseguró el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa por videoconferencia.
Robert Redfield, director de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, hizo una advertencia en el mismo sentido apuntando al riesgo de una segunda ola en el próximo invierno boreal.
«Tendremos la epidemia de gripe y la epidemia de coronavirus al mismo tiempo«, dijo en una entrevista con el diario The Washington Post.
«Estamos por vivir el peor momento de la epidemia en la región, y en México«, dijo a su vez Cristian Morales, representante de la OMS en ese país.
En total se han diagnosticado más de 2,6 millones de casos en 193 países y territorios, y la cifra de muertos ya superó los 181.000.
Con 46.583 fallecidos, Estados Unidos es el país donde el virus se ha cobrado más vidas. Le siguen Italia (25.085 muertos), España (21.717), Francia (21.340) y Reino Unido (10.100).
Al menos 4.500 millones de personas, es decir el 58% de la población mundial, están confinadas u obligadas a limitar sus movimientos.
Gravísimos daños
La pandemia está provocando ya gravísimos daños económicos que el apoyo de gobiernos e instituciones multilaterales no consigue detener.
En Estados Unidos, donde 22 millones de personas han perdido sus trabajos por la crisis, Trump anunció que firmó un decreto que para suspender la inmigración legal durante al menos dos meses, para proteger a la mano de obra local.
«Para proteger a nuestros magníficos trabajadores estadounidenses, acabo de firmar una orden ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración hacia Estados Unidos«, anunció Trump en la conferencia de prensa diaria sobre el nuevo coronavirus.
La medida no afectará a las visas de trabajo temporal, pero sí a las «green card», documento que da al beneficiario la residencia legal.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la pandemia generó la «peor crisis internacional desde la Segunda Guerra Mundial» en relación al empleo.
La pandemia «podría duplicar la tasa de desempleo europeo en los próximos meses», apuntó la consultora estadounidense McKinsey.
Sin prisas
En Europa, donde el coronavirus mató a 112.848 personas -dos tercios del total-, según las últimas cifras, rige en la mayoría de los países un confinamiento más o menos estricto.
Algunos, como Alemania, Austria, Noruega o Dinamarca empezaron a levantar parte de las medidas de confinamiento, pero manteniendo el distanciamiento social.
«Ir demasiado deprisa [en el desconfinamiento] sería un error», dijo la canciller Angela Merkel.
España, que aplica uno de los confinamientos más estrictos de Europa, lo extenderá hasta el 9 de mayo.
Este miércoles, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció que fija para «la segunda mitad de mayo» la «desescalada» de las estrictas medidas de confinamiento vigentes desde el 14 de marzo.
Sánchez subrayó que el levantamiento de las restricciones debe de ser «lento y gradual, precisamente porque tiene que ser seguro».
En un claro ejemplo del devastador impacto económico de la pandemia, Corea del Sur anunció el jueves que su Producto Interno Bruto (PIB) experimentó una retracción de 1,4% en el primer trimestre de este año.
Contracción histórica en América Latina
En América Latina y el Caribe, donde ya hay unos 6.000 muertos y más de 120.000 contagios, la pandemia podría provocar la peor contracción económica de la historia, con una caída del PIB de 5,3% en 2020, según las previsiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En Ecuador, la ciudad de Guayaquil sigue concentrando la mayoría de los contagios registrados en el país, donde han muerto más de 530 personas.
Desde su precaria vivienda que comparte con otras dos personas, Maoli Plaza, de 29 años y embarazada de nueve meses, no sabe si le falta el aire por la angustia o por el coronavirus que le diagnosticaron.
«Dios mío, que llegue alguien y diga ‘terminó esto'», dijo a la AFP.
La pandemia arruina otra fiesta popular: la Fiesta de Jesús del Gran Poder en Bolivia, desfile folclórico reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, fue aplazada este año por la emergencia.
En Brasil, las autoridades sanitarias iniciaron el martes la primera prueba masiva para diagnosticar el virus, con un total de 100.000 tests para distribuir en la capital brasileña. En total, Brasil superó los 45.000 casos con más de 2.900 muertes por la pandemia.
Y el estado de Sao Paulo, motor económico del país, prevé reabrir gradualmente y por sectores sus actividades a partir del 11 de mayo.
México, que elevó el martes el nivel de alerta sanitaria ante el aumento de contagios, anunció que incrementará el presupuesto destinado a programas sociales en unos 25.600 millones de dólares.
El país tiene más de 9.500 casos confirmados y cerca de 900 muertos por el virus.
Panamá empezó por su parte a instalar cámaras térmicas en el metro para detectar posibles infecciones.