Unicef aumentó este lunes hasta 1.600 millones de dólares su solicitud de fondos para apoyar a familias de distintos países ante las «devastadoras consecuencias socioeconómicas» que la pandemia del coronavirus está teniendo para los niños.
La agencia de la ONU para la infancia había pedido con este fin a los donantes algo más de 650 millones de dólares a finales de marzo, una cifra que ahora ha revisado al alza de manera muy importante, entre otras cosas como consecuencia del gran encarecimiento de los suministros necesarios.
«La pandemia es una crisis sanitaria que rápidamente se está convirtiendo en una crisis de derechos de los niños», advirtió la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en un comunicado.
Según Fore, con las escuelas cerradas y muchos padres sin trabajo, las familias están sufriendo de forma muy importante y la protección de los más pequeños se debilita.
Unicef apunta que el acceso a servicios básicos de salud y a las vacunas habituales ya se ha visto afectado para millones de niños, lo que podría aumentar de forma significativa la mortalidad infantil.
«Hemos visto lo que la pandemia está haciendo a países con sistemas de salud desarrollados y estamos preocupados por lo que hará a países con sistemas más débiles y menos recursos», señaló Fore.
Mientras, el impacto psicológico del confinamiento amenaza con aumentar los niveles de estrés para muchos niños, sobre todo para los más vulnerables.
Según la agencia, un 77 % de la población mundial con menos de 18 años vive en países con restricciones de movimiento como consecuencia del COVID-19, una situación que aumenta los factores de riesgo para la violencia y los abusos.
Hasta ahora, Unicef ha recibido unos 215 millones de dólares para financiar sus acciones en respuesta al coronavirus, que se centran en países que ya vivían crisis humanitarias y que, por tanto, son más vulnerables.
Con esos fondos, la agencia de la ONU ha desarrollado campañas con mensajes de prevención que, según apunta, han alcanzado a unos 1.670 millones de personas.
Además, 12 millones de personas se han beneficiado de suministros básicos de agua, saneamiento e higiene y Unicef ha repartido más de 6,6 millones de guantes, 1,3 millones de mascarillas quirúrgicas y 34.500 pruebas del coronavirus, entre otros materiales.
Casi 80 millones de niños han recibido educación a distancia a través de Unicef, mientras que alrededor de 11 millones de menores y de mujeres han recibido atención sanitaria en clínicas apoyadas por la agencia, según su comunicado.