La crisis del coronavirus desató en algunos seres humanos algunos modos de ser individualistas y evitar cualquier tipo de contacto con el otro. Sin embargo, a otros les permitió mostrar lo mejor de sí mismos a través de actos de bondad y solidaridad inigualables.
Este el caso de un cura de Detroit, en el estado de Michigan, que conquistó las redes sociales con una pistola de agua, con la cual rocía de bendiciones a sus seguidores, que cruzan en sus carros mientras él les dispara el líquido sagrado de la fe.
Envuelto en su sotana, con su biblia en mano y el tapabocas bien puesto, el hombre de Dios moja a muchos seguidores que se tomaron con risas ese desparpajo para atender los asuntos de la fe, bajo un concepto, que se cruza con la diversión y el respeto de las tradiciones de los más creyentes.
Según contó, lo que quería era llamar la atención de los más pequeños de su iglesia, la parroquia St. Ambrose, en Grosse Pointe Park. Sin embargo, la idea fue tan exitosa que las personas comenzaron a ir hacía ese lugar para recibir el ‘disparo de la fe’.
Finalmente, aclaró que antes de animarse a rociar a las personas con la pistola verde, que ahora tiene cargada todo el tiempo, se asesoró con un amigo médico que le aseguró que la idea no solo era viable sino divertida para matar las amarguras de los encerrados.