La Organización Panamericana de la Salud (OPS) llamó este martes a «no permitir» que el acceso a una futura vacuna contra la COVID-19 dependa de la capacidad de pago de un país.
«No podemos permitir que el acceso a la vacuna pueda estar relacionado con la capacidad de pago de un país. Es muy importante, y uno de los pilares de nuestra organización, la solidaridad y el hacer que todos tengan acceso a esta vacuna cuando esté lista«, dijo el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, en una rueda de prensa virtual.
Barbosa mostraba así su preocupación porque un futuro método de inmunización no llegue a los países más pobres del continente americano, donde, según la institución, se han sobrepasado ya los 2 millones de casos de coronavirus y se han registrado más de 121.000 fallecidos por COVID-19, la mayoría de ellos en Estados Unidos.
Asimismo, apuntó que la OPS ha trabajado ya con «socios internacionales» para que los países de la región tengan acceso a la vacuna cuando esté disponible.
Esta declaración llega después de que este lunes la farmacéutica estadounidense Moderna anunciara que la primera vacuna probada en humanos para luchar contra el SARS-CoV-2 obtuvo un resultado «positivo» en una primera fase de su experimentación clínica, demostrando así «potencial para evitar la enfermedad del COVID-19».
En cuanto a la transmisión del virus, la directora de la OPS, la doctora Carissa F. Etienne, explicó que el virus sigue creciendo en América, pues en la última semana ha habido un aumento del 14 % en el número de casos y fallecimientos reportados.
En este sentido, expresó especial preocupación con la incidencia que el coronavirus está teniendo entre los pobres y otros grupos vulnerables, como las comunidades indígenas, la mujeres, los afrodescendientes y los migrantes. «Si queremos acelerar la desescalada de la pandemia, debemos proteger a los grupos más vulnerables de la COVID-19«, dijo.
Por ello, Etienne abogó por la necesidad de instaurar sistemas de salud universales para afrontar esta y otras crisis sanitarias.
«Una respuesta de emergencia solamente puede basarse en un sistema que se adapta a las necesidades de todos, donde las barreras de acceso, ya sean culturales, económicas o sociales, se hayan eliminado y la base de la respuesta sea la atención primaria», declaró.
Después de Estados Unidos, que con 1,5 millones de casos y 90.400 fallecidos encabeza la lista mundial, el país de América más afectado por la pandemia es Brasil, con 253.000 contagios y 16.941 muertos, seguido por Perú (94.933 casos y 2.789 víctimas), Canadá (74.411 y 5.960), México (51.933 y 5.332), Chile (46.059 y 478), Ecuador (33.582 y 2.799) y Colombia (15.295 y 592 muertes), según cifras actualizadas hasta el lunes.
El resto de países latinoamericanos, según estas cifras recopiladas por la Universidad Johns Hopkins, tienen menos de 15.000 casos y 500 muertes.