El ministro de Educación de Brasil, Abraham Weintraub, uno de los más polémicos miembros del gabinete del ultraderechista Jair Bolsonaro, fue multado por salir a la calle sin tapabocas y violar así las normas contra la pandemia de COVID-19.
La multa, de 2.000 reales (unos 370 dólares), fue anunciada por las autoridades del Distrito Federal de Brasilia este lunes, un día después de que Weintraub se unió a una manifestación en apoyo al Gobierno sin usar la mascarilla, que es obligatoria en la ciudad.
El ministro, en la cuerda floja desde algunas semanas por otros problemas que enfrenta en los tribunales, se pronunció sobre esa sanción en su perfil en la red social Twitter, en la que mantiene una febril actividad.
«Me niego a creer que sea verdad. No fui notificado. Parece que soy el único que fue multado hasta hoy», escribió el ministro, quien agregó: «Me quieren callar a cualquier precio. Libertad!!!».
Weintraub, uno de los ministros alineados en la ultraderecha más radical, está investigado en un proceso que adelanta la Fiscalía General, supervisada por la Corte Suprema, en el que es sospechoso de integrar unas redes de propagación de noticias falsas a través de internet.
En ese último caso, también se le investiga por unas expresiones dirigidas a los magistrados del Supremo, que pudieran interpretarse como una amenaza.
En una reunión ministerial celebrada el pasado 22 de abril, cuyo contenido se hizo público por orden de la Corte Suprema en el marco de investigaciones sobre una presunta interferencia ilegal del jefe de Estado en la Policía Federal, Weintraub tildó de «vagabundos» a los jueces del tribunal y hasta dijo que debería estar en la cárcel.
Este domingo, al sumarse a una manifestación de activistas de la extrema derecha, fue preguntado por los magistrados del Supremo por uno de los participantes y afirmó que ya había explicado su opinión sobre «esos vagabundos», según vídeos que circulan en internet.
También es investigado por supuestos delitos de racismo, debido a unas expresiones despectivas sobre ciudadanos chinos publicadas en su perfil de Twitter, en el que también insinuó que la pandemia de COVID-19 sería parte de presuntos planes de la potencia asiática para «dominar el mundo«.