El presidente Iván Duque anunció que las pruebas piloto para reabrir restaurantes y centros religiosos empezarán en los municipios con baja afectación por el coronavirus. Esto será incluido en el decreto con las nuevas medidas para el aislamiento que va hasta el 15 de julio.
“Los pilotos podrán desarrollarse no solo en municipios no Covid, sino que se extienden a municipios con baja afectación de Covid, para restaurantes con todos los protocolos autorizados con los aforos recomendados por el Ministerio de Salud», dijo el presidente.
«Esto da un mensaje de esperanza a un sector afectado por esta pandemia. Consideramos que con estos pilotos se puede habilitar un camino para prestar el servicio de manera presencial», añadió.
El mandatario ya había dicho que, a pesar de la extensión del aislamiento hasta el 15 de julio, se iba a seguir avanzando en la reapertura gradual: «La gradualidad que se viene implementando en las regiones se va a mantener. Se continuará avanzando con la aplicación de los pilotos en los municipios que no registran casos de covid-19, y se aplicará esta estrategia en las poblaciones con bajos índices del coronavirus».
«La medida de prorrogar el aislamiento se hizo pensando en lograr con pasos fuertes y seguir avanzando en la gradualidad productiva. Lo hacemos porque tenemos que ver que van entrando espacios de comercio, y que en algunas ciudades donde han venido aumentando los casos del virus la gradualidad es más lenta», añadió.
Duque explicó que por recomendación de los expertos epidemiólogos «los servicios religiosos no deben durar más de una hora»: «Debe haber distanciamiento entre los fieles, se exigirá el uso de tapabocas, lavado de manos y la limpieza constante del piso del lugar”.
A través del Ministerio del Interior ya se han realizado pilotos de reapertura de centros religiosos, con los protocolos de bioseguridad, en los municipios de Salamina (Caldas) y Aguazul (Casanare), con el acompañamiento del Ministerio de Salud y de manera gradual.
«En el caso de las iglesias, está previsto el distanciamiento entre los asistentes, que haya un espacio que los proteja. De igual manera, al ingresar al lugar de reunión se les va a exigir que lleven tapabocas, que se laven las manos, uso de gel antibacterial e, incluso, que haya una limpieza del piso entre cada uno de los servicios religiosos», precisó Duque.