En los últimos tiempos, sin duda uno de los temas que más ocupa la agenda mundial es el medio ambiente, parece ser el tema en común que por encima de la covid-19, más preocupa a todo el planeta, pues no es para menos, su deterioro amenaza no solo la raza humana, sino a todo ser vivo.
Para el departamento de Casanare no ha sido la excepción, la preocupación por conservar y preservar el ecosistema, ha hecho que las instituciones y la sociedad civil unan sus esfuerzos y capacidades en torno a implementar estrategias y actuar de inmediato.
El Ejército Nacional ha sido una de esas instituciones que se ha puesto a la cabeza, liderando procesos ambientales y articulando con otras entidades, tan así que en lo corrido del 2020, los soldados han contribuido a la siembra de más de 20 mil semillas y la plantación de once mil especies nativas, lo que se espera en los próximos años sea un tapete verde en varios sectores del departamento.
Recientemente el Ejército Nacional con la Fuerza Aérea Colombiana, Corporinoquia, la gobernación de Casanare, el SENA regional y la ONG Asosalve, ejecutaron el proyecto denominado Lluvia Verde, que consistió en arrojar desde un helicóptero 22 mil semillas de árboles nativos en el humedal Las Malvinas del municipio de Orocué; estas semillas previamente fueron envueltas con abono en papel periódico, formando capsulas para hacer más efectiva su germinación en el terreno.
También, las unidades militares adscritas a la Décima Sexta Brigada y la Octava División en Casanare, han puesto en marcha dos viveros, uno en la finca El Remanso en Yopal, propiedad del Ejército y otro en la base militar de Paz de Ariporo, donde soldados profesionales previamente capacitados, han sacados miles de plántulas para sembrar en diferentes municipios, principalmente en cercanía a las fuentes hídricas.
Pero la lucha de los militares no está solo en repoblar con árboles, sino en generar estrategias operacionales para contrarrestar el aprovechamiento ilícito de la flora y la fauna silvestre, para lo cual han implementado puestos de control y patrullajes en sectores identificados donde puedan cometerse delitos contra el ecosistema; por ejemplo, soldados patrullan día y noche a lomo de mula el extenso cerro El Venado, el centinela de Yopal, para evitar la caza y la deforestación indiscriminada; además hacen acompañamiento al guardabosques Luis Emilio Lizarazo, un ciudadano comprometido con el cuidado de la naturaleza en este importante pulmón ambiental de la capital casanareña.
Estas operaciones militares en lo corrido del 2020 en el departamento, han dejado la captura en flagrancia de más de veinte personas por delitos ambientales y la incautación de madera y carne de animales silvestre como chigüiro, venado y cachicamo, entre otros.
Todas estas acciones enfocadas a la preservación del medio ambiente, se encuentran enmarcadas en la Operación Artemisa, que busca además de proteger, devolverle al ecosistema lo que el ser humano le ha destruido.