La estadounidense Pfizer, dueña de Viagra, se fusionó el lunes con la irlandesa Allergan, creadora de Botox, para crear el mayor grupo farmacéutico del mundo y pagar menos impuestos en Estados Unidos.
Esa fusión de 160 mil millones dólares es la mayor de la historia del sector farmacéutico y también la del año, luego de la reciente suscrita entre las cerveceras SABMiller y AB InBev, que tuvo un volumen de 112.000 millones de dólares.
Allergan, con sede en Irlanda, hará que la Pfizer, basada en Nueva York, vuelva a ser el primer grupo farmacéutico del mundo. El volumen de negocios de ambas compañías es de 61.500 millones de dólares contra 58.000 millones del suizo Novartis.
Pero fundamentalmente hay algo más: la unión entre Pfizer y Allergan es la mayor maniobra fiscal de una empresa de Estados Unidos. La casa matriz del gigante será en Irlanda, en donde la carga impositiva es mucho menor a la estadounidense.
El exilio de empresas estadounidenses a través de adquisición de compañías instaladas en países fiscalmente más beneficiosos, está en la mira del departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Empresas “antipatrióticas”
El presidente Barack Obama calificó de “antipatrióticas” esas operaciones que privan al fisco estadounidense de recaudar miles de millones de dólares.
Dueño de activos en el extranjero que no deseaba repatriar a Estados Unidos, Pfizer jamás ocultó su objetivo de crecer casándose con un grupo basado fuera de las fronteras estadounidenses.
Pfizer apuró en los últimos días las negociaciones con Allergan en lo que pareció ser una carrera contra el departamento del Tesoro, el cual el jueves anunció medidas contra la evasión fiscal vía la compra de empresas extranjeras.
Washington quiere eliminar beneficios fiscales a compañías estadounidenses que compran pequeñas firmas extranjeras y, fijan allí o en un tercer país su sede para reducir de ese modo la carga de impuestos.
El Tesoro pretende dificultar la evasión de la norma según la cual si 80% o más de las acciones de una compañía son de estadounidenses, entonces se las considera estadounidense a los efectos fiscales sin importar en donde esté localizada su sede.
Para sortear esos obstáculos, ambas compañías armaron la fusión de modo que sea Allergan, que es más pequeña, la que compra a Pfizer.
Empero, los actuales accionistas de Pfizer tendrán el 56% de las acciones de la nueva compañía y Allendale el 44%. El grupo nacería formalmente a mediados del año que viene si obtiene la luz verde de los accionistas y las autoridades.
Los accionistas de Allergan recibirán 363,63 dólares por acción, y los de Pfizer 32,18.
Gigante mundial en farmacéuticos
Pfizer controlará el Consejo de Administración. La sede operativa será en Nueva York en donde cotizará en bolsa, pero su casa matriz administrativa estará en Irlanda.
Ian Read, presidente de Pfizer, será la cabeza del nuevo grupo y Brent Saunders, que dirige Allergan, el número 2.
La tasa impositiva de Pfizer-Allergan será de entre 17 y 18%. En términos generales, la carga impositiva de compañías basadas en Irlanda es de 12,5% contra 35% en Estados Unidos.
En mayo de 2014, Pfizer intentó implantarse fiscalmente fuera de Estados Unidos al comprar a su competidor AstraZeneca, basado en Gran Bretaña. Sin embargo, su oferta de 117.000 millones de dólares fue rechazada.
Esta operación “nos permite quedar en pie de igualdad con nuestros competidores para aprovechar las oportunidades de crecimiento de nuestra actividad”, dijo Read este lunes.
Aún no puede decirse que el negocio esté cerrado: precisa la autorización de las autoridades estadounidenses de la competencia y, especialmente, de los organismos reguladores del mercado.
“La respuesta de los reguladores estadounidenses es una incógnita y podría ser negativa dada la magnitud de la operación en términos de evasión fiscal”, sintetizó Julian Mackenzie-Smith analista de Morgan Rossiter.
En un año, Estados Unidos ya ha sido testigo de negocios de ese tipo conocidos como “Inversión en impuestos” (Tax evation): Medtronic, fabricante estadounidense de aparatos ortopédicos y cardiovasculares, se instaló en Irlanda al fusionarse con su rival Covidien.
La cadena de comida rápida Burger King trasladó su domicilio a Canadá tras hacerse de la compañía Tim Hortons.
Sólo el laboratorio Abbvie renunció a comprar la británica Shire bajo la presión del departamento del Tesoro.
Por: AFP