La historia del estadunidense Ahmad Ayyad, un vigoroso culturista que debió aprender a hablar y comer de nuevo después de estar conectado a un respirador durante casi un mes por tener coronavirus, tiene sorprendidas a muchas personas en el mundo.
Este hombre entendió que ese mito de que el coronavirus solo mata a personas de edad avanzada es solo eso, un mito. Luego de perder 27 kilos tras un mes de tratamiento, envió un mensaje a los jóvenes del mundo en el que aseguró que «no somos inmunes» ya que cualquiera puede terminar contagiado, según reportó CNN.
Este ciudadano norteamericano, que pesaba 95 kilos antes de caer en la crisis de salud hacía largas sesiones de ejercicio, largas caminatas e inclusive jornadas dobles de entrenamiento, en un primer momento pensó que tenía una inocente gripa. Las razones para creerlo resultaban convincente. Sin embargo, después todo empeoró.
A pesar de comer sano, hacer ejercicios de hipertrofia (aumento de masa muscular) y cardio, junto a las largas horas de sueño para lograr tener su cuerpo a tope, nada de eso fue suficiente para frenar el impacto del virus. Los médicos tuvieron que inducirle un coma para salvarle la vida. Así permaneció por 25 días y cuando despertó, no sabía qué había pasado.
«Hace tres semanas me desperté, 60 libras más delgado (27 kilos), y busqué mi teléfono para encontrar 1.000 mensajes de texto con oraciones. No tenía idea de para qué eran. Lo último que recuerdo era que estaba caminando al hospital porque pensé que tenía gripa», cuenta Ayyad en Instagram.
Luego, su amigo Omar le contó lo que había pasado en esos días. Durante ese tiempo, los médicos le advertían a sus padres que tal vez no sobreviviría. «Sí tenía gripa, entonces contraje COVID-19 y me infecté con neumonía. Milagrosamente sobreviví».
Ayyad contó su historia el pasado 13 de mayo. Sin embargo, se ha mantenido vigente en todo este tiempo porque es un ejemplo de lo dura que puede ser la COVID-19.
Fuente: Sistema Integrado Digital