La seguridad para el partido de la Liga de Campeones Barcelona–Roma, que se disputará mañana, martes, se ha triplicado y estará a cargo de agentes privados, de la Guardia Urbana y de la Policía.
El consejero de Interior del gobierno autonómico, Jordi Jané, ha explicado hoy en una rueda de prensa que la entrada al estadio del Barcelona tendrá más controles y requerirá más tiempo, por lo que ha pedido “paciencia” a los seguidores de ambos equipos.
Las puertas del Camp Nou se abrirán unas tres horas antes del inicio del partido y las personas que acudan a presenciarlo pasarán controles especiales y algunos objetos podrán ser introducidos al estadio, aunque el consejero no ha especificado cuáles.
Además, varias dependencias del Barcelona, como el Museo, que permanecía abierto al público en alguna de estas ocasiones, también se cerrarán, para evitar riesgos, ha indicado.
“La seguridad tiene un peaje, que son más controles”, ha argumentado Jané, que ha considerado que, a pesar de todo, “la sociedad asume” esta situación.
EFE