El juez 56 de conocimiento de Bogotá ordenó archivar el proceso por el delito de homicidio contra el médico que le disparó a tres delincuentes que intentaron asaltarlo en un puente peatonal del norte de Bogotá, en hechos registrados en la noche del pasado 30 de enero.
El funcionario judicial determinó que el profesional de la salud actuó en legítima defensa al ser interceptado por tres hombres armados que pretendieron atracarlo y que, además, le causaron lesiones que fueron corroboradas por Medicina Legal, fue cerrada la investigación en su contra.
Los hechos se registraron en el puente peatonal ubicado en la calle 122 con Carrera Novena, en el norte de Bogotá.
En su exposición, el fiscal delegado presentó el material probatorio que fue recopilado horas después del hecho. Así como los resultados de los exámenes forenses que practicaron expertos de Medicina Legal, los cuáles determinaron que el médico fue atacado y que resultó herido por los golpes que le propinaron los ladrones con la cacha de un revólver.
Los videos de las cámaras de seguridad también fueron presentados como parte de los argumentos del ente investigador para considerar que el médico actuó en defensa propia al ver su vida en riesgo.
El delegado del ente investigador explicó que el médico se defendió de los tres asaltantes quienes lo amenazaron con armas de fuego y pretendieron hurtarle sus pertenencias.
En su momento, el abogado Hernando Benavides Morales, quien representa los intereses del médico que prefiere mantener su identidad en reserva, explcó en un comunicado que su defendido consideraba que la vida es el bien primordial de todo ser humano y que no haría nada para atentar contra ella, sin embargo los hechos que se registraron sobre las 11:40 del jueves 30 de enero del presente año, cambiaron en su segundo su pensamiento, pues debía defenderse.
El jurista aseguró que el médico actuó en legítima defensa puesto que fue amenazado y atacado por tres personas y ver en riesgo su vida e integridad personal ante un evidente atraco.
“La reacción contra los agresores solo ocurrió tras recibir de aquellos golpes con la cacha de un revolver; múltiples heridas con arma blanca y el intento violento de arrástralo hacia un vehículo, lo que lo lleno de miedo y de valor para enfrentar con su arma a los sujetos, en el preciso momento en que aquellos disparaban contra su humanidad”, precisó el abogado.
También señaló que la reacción del médico fue el recurso extremo en esta situación puesto que vio que podía resultar gravemente afectado por el actuar de estas tres personas que lo interceptaron.
Benavides Morales sostiene en el documento que se ha presentado un fuerte debate frente a este caso en los medios de comunicación sin que se conozcan todos los detalles de lo sucedido.
«Por médico, mi intercedido tiene el compromiso indeclinable de respetar la vida humana y sus derechos. Mi prohijado no promueve el exterminio de nadie ni ha concebido la muerte como solución de los problemas de la seguridad. En fin, no alaba el resultado en que sus agresores perdieron la vida como consecuencia de sus actos injustos», aclara.
Frente a esto reconoce que su defendido sabe de las consecuencias de sus actos y que deberá emprender ante las autoridades judiciales para demostrar y justificar su actuar.
«Estamos conscientes que la víctima en adelante deberá afrontar todas las consecuencias personales, familiares y judiciales que sobrevengan, principalmente con cambios importantes en su seguridad por cuenta de eventuales venganzas», señaló en su momento el abogado.