Tras los solemnes llamamientos de 150 líderes mundiales, los negociadores de un acuerdo contra el cambio climático entran este martes de lleno en las discusiones para pulir un borrador plagado de obstáculos.
El objetivo de la conferencia de París (COP21) es lograr compromisos claros y verificables, en el que los países ricos estén dispuestos a transferir dinero y tecnología a los países en vías de desarrollo y en el que todos acepten métodos de control mutuo.
Queda además pendiente definir qué partes de este acuerdo, que debe ser aceptado unánimemente por 195 países, son jurídicamente vinculantes, un tema que puede hacer naufragar todo el intento de limitar el calentamiento global a un máximo de 2º respecto a los niveles de la era preindustrial.
Para ello quedan diez días, pues el cierre de la COP está previsto para el 11 de diciembre.
Antes de que se retomen los trabajos este martes, el presidente francés, François Hollande, asistirá a una minicumbre de una docena de jefes de estado africanos titulada “Desafío climático y soluciones africanas”.
Por su lado, el presidente estadounidense Barack Obama ofrecerá una conferencia de prensa antes de emprender el regreso a Washington.
– Elogios cautelosos –
Observadores y organizaciones de defensa del medio ambiente coincidieron en elogiar los discursos de los jefes de Estado y de gobierno de la mayor cumbre medioambiental de la ONU, con la que se abrió la Conferencia.
Pero los elogios eran cautelosos, porque la buena voluntad debe ahora trasladarse a los altos funcionarios de aquí hasta el sábado, cuando finaliza la primera semana de negociaciones.
“Creo que logramos un buen arranque. Es importante ver este tipo de liderazgo de tantos países, porque la verdad es que todo el mundo va a tener que actuar”, explicó a la AFP May Boeve, directora ejecutiva de la organización estadounidense 350.org.
“Estamos lejos de la ambición actualmente, estamos aproximadamente a medio camino respecto a lo que tenemos que hacer. Necesitaríamos, en cierta manera, una varita mágica para que todos dupliquen las contribuciones que han prometido”, consideró Jean Jouzel, vicepresidente del IPCC, el grupo de científicos cuyos informes sirven de base a la ONU para evaluar la amenaza climática.
Según los científicos del IPCC y de grandes instituciones internacionales, el mundo no puede permitir que su temperatura media aumente en más de 2º C.
El riesgo es que el planeta se vea sometido a fenómenos climáticos extremos, con grandes sequías, lluvias torrenciales y el aumento del nivel del mar, cuyo impacto en zonas costeras sería catastrófico.
Un total de 183 países han presentado hasta la fecha, en paralelo a la conferencia de París, sus planes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, un verdadero éxito.
Pero ahora llegó el momento de la verdad para los demás temas.
“Terminó el momento de jugar con fuego” en las negociaciones, advirtió el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Los negociadores presentes en París se han reunido ya en tres ocasiones este año en la sede de la Conferencia del clima (COP) en Bonn, para un resultado discreto, un texto de 54 páginas repleto de corchetes.
Su compromiso esta semana es entregar el sábado a Francia, que preside ahora las tratativas, un proyecto de acuerdo creíble.
La semana que viene será el turno decisivo, de los ministros, hasta el viernes 11 de diciembre.
“Su tarea consistirá en elegir opciones (para que) nosotros podamos concentrarnos luego en los principales puntos políticos”, explicó el lunes el canciller francés, Laurent Fabius, a los negociadores.
“Son miles de millones de seres humanos con la mirada puesta en nosotros”, resumió el presidente francés François Hollande.