Esta semana inició el juicio en Londres en contra de un hombre que en el año 2000 lanzó contra el suelo a su pequeña hija de cuatro semanas de nacida en un arranque de ira.
Dean Smith, de 45 años, está siendo acusado de asesinar a Maisie Newell, quien falleció en 2014 a consecuencia de las heridas que le provocó cuando ella era apenas una bebé.
Según revelaron le medios locales, Smith estaba al cuidado de su hija cuando esta comenzó a llorar, al ver que no lograba calmarla la tiró desde una altura de 2 metros provocándole fractura de cráneo y lesiones cerebrales.
La pequeña logró sobrevivir a ese ataque, pero quedó con afectaciones que le cambiaron la vida. Poco tiempo después fue entregada a unos padres adoptivos hasta que finalmente murió en casa con ellos el 28 de junio de 2014, justo antes de cumplir 14 años.
Smith ha admitido homicidio, pero niega haber asesinado a Maisie.
La madre de la niña contó en el juzgado que un día quiso salir a visitar a una amiga y le pidió a su pareja cuidar a la bebé. “Cuando ya iba saliendo Dean me dijo: ‘no me dejes con una jodida bebé llorando durante horas’”. Sin embargo, la mujer se fue.
Al regresar a las dos horas encontró a su hija acostada en la cuna y notó que algo no andaba bien con ella. “Después de preguntarle varias veces qué había pasado, admitió que perdió el control cuando porque ella no dejaba de llorar y la arrojó a una distancia de cuatro a cinco pies a través de la habitación”, relató la mujer.
El tribunal escuchó que Maisie nació sana, pero después de sufrir daño cerebral por la agresión, vivió episodios de adaptación, que requirieron atención constante, y fue alimentada durante toda su vida a través de un tubo.
«Nunca pudo sentarse, pararse, gatear o caminar de forma independiente», dijo la fiscal a cargo del caso.
Finalmente, la niña falleció por un problema respiratorio.
Fuente: Sistema Integrado Digital