Italia lucha por evitar una segunda oleada de coronavirus y para poner coto a los casos importados, que son una amplia proporción de los nuevos contagios, en varios de los principales aeropuertos ya se realizan pruebas de detección a los pasajeros llegados de países considerados «de riesgo», entre ellos España.
España, Grecia, Croacia y Malta, países de riesgo
El pasado miércoles se decretó que las personas llegadas de España, Grecia, Croacia y Malta deben someterse a estos test en las primeras 48 horas de la entrada en Italia, si no traen un resultado negativo en una prueba realizada en las 72 horas previas, pero durante varios días ha reinado el caos al no estar preparadas las terminales aéreas.
En el aeropuerto de Fiumicino, el mayor de Roma y una de las principales puertas de entrada a Italia, hoy continuaba por segundo día consecutivo la realización de test a los viajeros de esos cuatro países, en la zona de casi mil metros cuadrados habilitada en las llegadas de la terminal 3.
Unas 200 o 300 personas esperaban en una cola para registrar sus datos antes de ser llamados a otra cola para entrar a las cabinas donde unos 120 sanitarios realizan hoy los test con total privacidad.
Una encargada advertía megáfono en mano a los pasajeros de que respetaran las medidas de distanciamiento y no se aglomerasen.
«Hemos venido como en el primer avión y nos ha tocado hacer poca cola pero tiene pinta de que la peña que va detrás va a tener que esperar bastante más rato», comentó a Efe Martín, un joven que aterrizó esta mañana desde Barcelona.
Considera que es «algo normal» tener que hacer estas pruebas -«hay un poco de paranoia en todas partes«- y aunque hubiera preferido traer la prueba hecha desde España eso no fue posible.
«La normativa entró el jueves y la idea era venir con un PCR que diera negativo, pero no daba tiempo, la información era muy contradictoria, no sabíamos muy bien que iba a pasar, y encontrarnos que lo hacían aquí pues no esta mal», asegura.
Tampoco ha tenido que esperar para el resultado del PCR, pues lo dan rápidamente después de la prueba.
Menos suerte ha tenido el italiano Flavio, que ha tardado cerca de dos horas en hacer la prueba a su llegada de sus vacaciones en Ibiza.
Y la hispano-italiana Alessandra, que viene a ver a su familia y estaba deseando salir del aeropuerto: «Son las 10.30, el vuelo ha aterrizado a las 9, así que llevo un buen rato. Creo que está bien que lo hagan, que fastidia, fastidia, claro que sí, pero debería haber algún tipo de filtro» para acelerar, dice a Efe.
Tests rápidos y moleculares
La zona gestionada por Aeroporti de Roma y operada por el ministerio de Sanidad y la región de Lacio tiene capacidad para acoger hasta 480 pasajeros al mismo tiempo.
Este lunes también estaba previsto que se active la zona de pruebas de Covid en el más pequeño aeropuerto romano de Ciampino.
El consejero de Sanidad de la región de Lacio, cuya capital es Roma, Alessio D’Amato, explicó a los periodistas que se habían consignado a cada uno de los dos aeropuertos romanos 15.000 de los llamados test rápidos.
«Esto nos permite acelerar los procedimientos y también tener un resultado en unos minutos. Ayer, al tener un número limitado de pruebas rápidas, las alternamos con las clásicas. Ahora se realiza la prueba rápida, que tiene un altísimo nivel de fiabilidad y en el caso de que se encuentre positividad, se hace entonces la clásica prueba molecular que es la que da absoluta certeza del diagnóstico», señaló.
Cerca de la mitad de los nuevos contagios son importados
A pesar de que Italia tiene muchos menos nuevos contagios que países de su entorno, no quiere bajar la guardia, y los datos indican que en regiones donde se está viendo un fuerte crecimiento los últimos días -como el Lacio o Véneto (esta con capital en Venecia) la mitad son casos importados.
«Por ahora Italia, afortunadamente, sigue en una posición privilegiada, aunque el número de casos va en aumento, tanto es así que en una semana hemos pasado de 200-300 diarios a más de 600», señaló el director del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli.
En los aeropuertos de Venecia y Verona (ambos en la región e Véneto), ya se han realizado varios miles de pruebas los últimos días pero en los dos de Milán (Lombardía), Malpensa y Linate, aun no se ha activado este sistema.
Caos en los días previos
Aunque la ordenanza relativa a estos cuatro países entró en vigor el jueves 13, hasta ayer domingo no se activó el procedimiento en el aeropuerto de Fiumicino, por lo que los pasajeros llegados a Roma esos tres días se han encontrado en una especie de «limbo».
Al aterrizar debían registrar sus datos y la policía les indicaba que debían ponerse en contacto con la autoridad sanitaria local para realizar la prueba PCR y estar en aislamiento domiciliario hasta tener el resultado negativo.
Durante el fin de semana se formaron larguísimas colas de hasta ocho horas en los puntos con el sistema «drive in» instalados en varios hospitales para efectuar estas pruebas PCR, según pudo comprobar.
Fuente: EFE-Virginia Hebrero
Foto: AFP