Luego de la estrepitosa caída del Barcelona en la Champions League humillado por el Bayern Munich y el terremoto interno que esto ha creado en el club catalán, varias de las miradas han apuntado al delantero Luis Suárez, quien se operó de una lesión y bajó notoriamente su rendimiento. Además de ser cuestionado por su cercanía a Lionel Messi y una supuesta inmunidad que eso le brinda.
El uruguayo diálogo por correo con el diario El País de España y reveló todos sus sentimientos por la crisis del Barcelona y lo que puede venir para su futuro, asegurando que se quiere quedar en el club.
Al preguntarle si consideraba justo negociar su salida siendo el tercer goleador histórico del Barcelona, señaló: “Los goles son importantes en cualquier equipo, pero la exigencia en el Barcelona es absoluta. Como delantero, no solo trato de meter goles sino de ayudar al equipo en otras facetas. Se habla de algunos nombres que dio el presidente, de cambios que se pueden dar, pero nadie me dijo que quieran prescindir de mí; si este es el deseo del club estaría bien que el responsable que elija hable directamente conmigo. Llego seis años en el Barça, tiempo suficiente para decir lo que piensan. Mejor así que filtrar si soy uno de los que quieren que salga. Está por ver. Yo también quiero lo mejor para el club y mi idea hoy es seguir, pero si desde el club piensan que soy prescindible, no tengo inconveniente en hablar con los que decidan”.
Luego manifestó su dolor por la situación del Barcelona, pero no quiso ser el único señalado y respondió a una posible suplencia: “Cuando se pierde como se perdió en Lisboa todos somos responsables. Eso está claro, no sería justo señalar solo a un jugador o a alguna persona del club. A veces sí parece que se quiera personalizar, pero honestamente creo que nadie puede poner en duda mi compromiso con el Barcelona. Obviamente aceptaría ser suplente…. Lo aceptaría aquí como lo acepte siempre en mi carrera. La competencia siempre es buena y si el técnico considera que debo arrancar desde el banquillo no tengo problema en ayudar con el rol que me otorguen. Creo que aún puedo aportar mucho a este club”.
La respuesta más polémica la dejó cuando le preguntaron por los “pesos pesados” del camerino y su relación con Lionel Messi: “Se habla de pesos pesados se mira a todos los que llevan más tiempo en el club. Es normal, pero hay mucho engaño en todo eso porque en realidad de un año a otro todo cambia. No me gusta comparar, cada lugar es distinto, pero recuerdo que en el Madrid el año que les eliminó el Ajax de la Champions se decía que Kroos estaba acabado, querían jubilar a Modric, decían que Ramos era un desastre y de repente ya no valía ningún jugador. Y al año siguiente todo les fue mejor y otra vez todos eran fenómenos y formaban un equipo de leyenda. Y claro está que era y son un equipazo, pero con la derrota ya se sabe que se dispara contra todo y contra todos. Y es una pena porque es así todo el tiempo, se opina de todo y sobre todo se juzga con mucha facilidad: lo que hoy es blanco, mañana es negro y viceversa. Honestamente creo que en ocasiones falta algo de coherencia, paciencia y sobre todo memoria. Cuando falta conocimiento o argumentos para explicar las cosas a fondo se suele sacar un motivo fácil y simple, una frase para repetir, pero el fútbol es más complejo. Y, por otra parte, ser amigo de Leo es un orgullo para mí, porque en la cancha no hay amigos, hay compañeros de equipo y estamos para ayudarnos todos con un objetivo común. Y, fuera de la cancha, tengo la suerte enorme de contar como amigo con una persona excelente como es Leo, una amistad que va más allá de jugar juntos hoy, que es algo circunstancial.
Y el uruguayo cerró manifestando su deseo de quedarse en el club siempre y cuando pueda seguir aportando; se sigue recuperando de su estado físico, pero no ha cruzado la primera palabra con Ronald Koeman, el nuevo timonel del club catalán.