Una enorme grieta que se extiende a lo largo de miles de kilómetros se está abriendo en el este de África, lo que le está dando origen a un nuevo océano.
Se trata del Gran Valle del Rift, una grieta continental activa que va desde la región de Afar, en Etiopía, hasta Mozambique, y que no ha dejado de crecer desde que se formó hace millones de años a una velocidad de 7 milímetros anuales.
Aunque la grieta de cientos de kilómetros fue descubierta en el año 2005, solo hasta hace dos años cambió el sentido y actualmente es posible pararse en el lugar exacto donde, en las profundidades subterráneas, el continente se está dividiendo.
Así lo confirmaron investigadores del Centro de Geociencias de la Universidad de Postdam, al explicar en Nature Communications “que la microplaca Victoria, desde hace dos años, se encuentra girando en sentido contrario a la que lo hacen todas las demás microplacas de la región”.
La falla geológica se asienta sobre la unión de tres placas tectónicas que se separan muy lentamente y según expertos consultados por el diario español ABC, “el continente africano se está rompiendo justo en este punto, y en el futuro la grieta se convertirá en un nuevo océano” en los próximos millones de años.
«Este es el único lugar en la Tierra donde puedes estudiar cómo la grieta continental se convierte en una grieta oceánica», dijo al Clarín de Argentina, Christopher Moore, Ph.D. estudiante de doctorado en la Universidad de Leeds en el Reino Unido, que ha estado utilizando un radar satelital para monitorear la actividad volcánica en África Oriental que está asociada con la ruptura del continente.
Ahora, la atención de los científicos se centra en el extremo en forma de «Y», que es el lugar donde las placas tectónicas africana, al este, somalí, al sur, y árabe, al norte, se encuentran y donde probablemente se terminará por formar el nuevo océano.
Se estima que la fractura del continente demorará unos 50.000 años, mientras tanto, el Gran Valle del Rift es el único lugar de la Tierra donde se puede estudiar cómo una grieta continental se transforma en una grieta oceánica.