«Lo más importante era no caerse. Fue una etapa muy peligrosa con más caídas de las esperadas», afirmó el colombiano Egan Bernal, vigente campeón del Tour de Francia, este sábado al término de la accidentada primera etapa de la ronda gala, con salida y llegada en Niza.
La lluvia sobre una carretera que venía de varios días sin precipitaciones, con la consiguiente presencia de restos de combustible, polvo etc. propició varias caídas, aunque la mayoría sin consecuencias, como la de su compatriota Miguel Ángel López o la del francés Thibaut Pinot.
«No sé cómo están mis compañeros», declaró Bernal, cuyo lugarteniente en la montaña, el ruso Pavel Sivakov, también dio con sus huesos en el suelo.
«La primera semana siempre hay caídas, muchos nervios. Todo el mundo está fresco y pelea por estar arriba», indicó el líder del Ineos, que llegó a meta con el mismo tiempo que el ganador de la etapa Alexander Kristoff y que el resto de favoritos.