El británico Andy Murray, que se prepara para disputar su primer Abierto de EE.UU. desde que superó su lesión de cadera, aseguró este sábado que jugar sin público en Flushing Meadows, como ha establecido la Asociación de Tenis de EE.UU. (USTA) por la pandemia del coronavirus, «va a ser difícil».
«Creo que mentalmente va a ser difícil para los jugadores», dijo en una rueda de prensa virtual Murray, que ha ganado el abierto estadounidense en dos ocasiones.
«El nivel de tenis sin embargo es lo que importa, si puedes bloquear lo raro que es jugar sin público», opinó, a la vez que subrayó que, en los partidos que ha jugado en las últimas semanas en el Masters de Cincinnati, que se celebran en el mismo lugar que el Open para tratar de evitar contagios, «no se ha sentido tan mal».
Apuntó, por otra parte, que ya sabe que esas van a ser las circunstancias, y que por lo tanto se puede preparar para ello mentalmente.
Físicamente, el exnúmero 1 de la ATP, que en los últimos años ha superado dos operaciones de cadera, dice sentirse bien: «Estoy muy contento con eso porque me está permitiendo practicar y prepararme bien, y disfrutar del tiempo que paso en la pista».
Murray confesó que ha sido un «largo viaje» y que, por fin, competirá en un Grand Slam sin estar preocupado por su estado físico.
«La última vez que me pasó eso fue en el abierto francés de 2017, hace mucho tiempo. Sé que he jugado un par de ‘slams’ desde entonces, pero no estaba siendo yo en la pista. Ahora, quizá no sea tan rápido como antes, pero soy capaz de salir ahí, competir y centrarme en mi tenis», explicó.