La explosión en el puerto de Beirut del pasado 5 de agosto causó entre 6.700 y 8.100 millones de dólares en daños y pérdidas económicas, según una estimación publicada este lunes por el Banco Mundial.
La explosión de hace casi un mes de las 2.750 toneladas de nitrato de amonio, almacenadas durante seis años sin custodiar en el puerto de Beirut, devastó también barrios enteros de la ciudad y causó daños materiales de entre 3.800 y 4.600 millones de dólares.
Por su parte, las pérdidas económicas, resultantes de la caída de la producción en varios sectores de la economía, ascienden a entre 2.900 y 3.500 millones de dólares, según los resultados de la «Evaluación rápida de daños y necesidades» realizada conjuntamente con la ONU y la Unión Europea entre el 5 y el 31 de agosto.
Los sectores más gravemente afectados son la vivienda, el transporte y el patrimonio cultural, incluidos los sitios religiosos y arqueológicos, los monumentos nacionales, los teatros, los archivos, las bibliotecas y otros monumentos, subrayó el Banco Mundial.
La institución con sede en Washington estimó las necesidades inmediatas de reconstrucción en entre 605 a 760 millones de dólares, y entre 1.180 a 1.460 millones para el año 2021. El sector del transporte es el que más asistencia necesita, seguido de la cultura y la vivienda.
En el plano macroeconómico, el Banco Mundial señala que «la explosión ha tenido tres efectos económicos importantes: pérdidas de actividad económica causadas por la destrucción de capital físico, perturbación del comercio y pérdida de ingresos presupuestarios».
Como resultado de ello, prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de Líbano caiga otros 0,4 puntos en 2020 y 0,6 puntos el año próximo, según sus previsiones.
Fuente y foto: AFP