Este viernes se conmemoraron 19 años de los atentados a las Torres Gemelas en Estados Unidos, un hecho que partió en dos la historia del país cobrando la vida de más de 3.000 personas y que ahora se traduce en sinónimo del heroísmo frente a la adversidad.
Del momento de los impactos y los segundos después se conocen muchas fotografías, sin embargo, una de las más impactantes y representativas de la tragedia, es la de El hombre que cae (The falling man) tomada por Richard Drew, un fotógrafo profesional de la agencia de noticias AP.
RCN Radio revive una entrevista hecha por la revista Time, donde Drew contó la historia detrás de la imagen.
Drew ese día tomó el metro desde Times Square a la calle Chambers, la parada anterior al World Trade Center y lo primero que vio al salir de la estación, según cuenta, “fueron las columnas de humo en las dos torres”.
Luego se dio cuenta que había personas que salían por las ventanas en medio de la desesperación, porque esos pisos se estaban consumiendo en llamas, por lo que sacó la cámara instintivamente y empezó a tomar fotos. Así nació la foto conocida como The Falling Man.
“Es una imagen bastante silenciosa, no es como tantas otras de desastres. No hay sangre, no hay vísceras, no hay gente pegándose tiros, pero la gente reacciona ante ella porque pueden conectar con esta imagen, porque ellos podrían haber estado en esta situación”, aseguró Richard Drew.
Sobre “El hombre que cae”, nunca se confirmó oficialmente su identidad. Solo se sabe que la imagen corresponde a la Torre Norte del World Trade Center, y que fue tomada a las 9:41 de la mañana de aquel 11 de septiembre de 2001, pero se cree que fue un empleado del restaurante Windows of the World (Ventanas al mundo).
Las autoridades no pudieron recuperar ni identificar los cadáveres de las decenas de personas que murieron al verse forzadas a lanzarse al vacío, por la magnitud de la tragedia.
Tiempo después, todas las víctimas fueron declaradas muertas por homicidio causado por trauma contundente, excepto los secuestradores asesinos que se lanzaron al vacío y fueron declarados muertos por suicidio.
Hoy, 19 años después de la tragedia se llevó a cabo un homenaje a las víctimas, en un momento en que las dimensiones de la tragedia de la pandemia del coronavirus añaden sal a una herida que sigue sin cerrar.
Con actos en Nueva York, el Pentágono y en Shanksville (Pensilvania), este viernes el país recordó unos atentados que llevaron a Estados Unidos a una costosa y aún inconclusa guerra contra el terrorismo global y cambiaron la manera en la que el mundo se enfrenta al problema de la seguridad y la confianza en los demás.