Miguel Ceballos, Alto Comisionado para la Paz, se refirió a la polémica sobre la silla vacía con el nombre del presidente Iván Duque que se instaló durante el acto de reconciliación convocado por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, este domingo.
Cabe recordar que López invitó a Duque al evento, pero al final, en representación del Gobierno, asistieron Nancy Patricia Gutiérrez, consejera Presidencial para los Derechos Humanos, y Ceballos.
Según el Alto Comisionado, a las 8:30 p.m. del sábado él mismo le informó al secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, que «el señor presidente no asistiría a esta liturgia ecuménica»: «En su representación irían yo (…) y la doctora Nancy Patricia Gutiérrez».
«Cuando llegamos a la Plaza de Bolívar había, sin embargo, una silla marcada con el nombre del presidente, frente a lo que cual manifesté al protocolo de la Alcaldía que yo ocuparía esa silla, como lo hice», dijo Ceballos en un video publicado en Twitter.
«El nombre del presidente jamás fue removido de esa silla y ahora, en la tarde del domingo, veo con sorpresa y con tristeza, también, que se había puesto otra silla a la derecha del padre Francisco de Roux, y, como quedó registrado en las cámaras, en esa silla pusieron el nombre del presidente Duque», agregó.
Según Ceballos, esto fue un «asalto» a su buena fe y a la del presidente Duque: «Es una falta de respeto con el gobierno de Colombia y conmigo, quien estuve sentado al lado de la alcaldesa en todo el evento, junto con la doctora Nancy Patricia Gutiérrez», concluyó.
La alcaldesa López, desde el pasado viernes, había hecho la invitación para este acto de reconciliación. Y este sábado publicó un video para reiterar la petición al presidente Duque.
Asimismo, la mandataria distrital estuvo en el Concejo de Bogotá, donde su presidente, Carlos Fernando Galán, uno de los opositores de la alcaldesa, le dio su apoyo para el evento de reconciliación, cuyo fin era pedir perdón a las víctimas del abuso policial y los fallecidos durante las protestas.
Ya durante el acto, este domingo, López declaró que esto «es lo más grave que ha ocurrido en Bogotá desde la toma del Palacio de Justicia«.
«Hoy estamos aquí para reconocer la gravedad de los hechos, la gravedad de lo ocurrido (…) Hoy también pedimos perdón porque esos hechos ocurrieron pese a todos los esfuerzos y a las claras instrucciones desde la Alcaldía Mayor para que nunca se usen letales armas y de fuego en el manejo de protestas ciudadanas», sentenció.
Una vez terminado el evento, en el que intervinieron familiares de las víctimas, empezaron a circular en redes sociales las fotos de la silla vacía con el nombre de Duque, lo que generó fuertes críticas.
Sin embargo, algunos sectores afines al Gobierno cuestionaron el gesto de la alcaldía y dijeron que la etiqueta fue un acto de manipulación. Por ejemplo, el consejero para Asuntos Económicos y Transformación Digital, Víctor Muñoz, escribió en Twitter: «Cuando el propósito no es la reconciliación sino el show político y la manipulación. En el vídeo se observa como ponen nombre en la silla intencionalmente después de haber empezado el evento (sic)».
De forma similar reaccionó Miguel Uribe Turbay, excandidato a la Alcaldía de Bogotá y quien alcanzó a sonar para llegar al Ministerio del Interior: «Esto no es reconciliación, es manipulación. No queremos más violencia, queremos convivencia pacífica. El oportunismo político de la Alcaldía profundiza la polarización y el resentimiento».
Diego Molano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, publicó el mismo video al que se refirió Muñoz y dijo que se le había hecho trampa al primer mandatario: «La reconciliación inicia por ser transparente» (sic).
En contraste, Carlos Fernando Galán afirmó que, más allá de que el presidente no hubiera asistido o que «hayan puesto el nombre a una silla vacía para hacerlo quedar mal», debió ser el propio mandatario el que debió organizar el evento.
Fuente: Sistema Integrado Digital
Foto: Colprensa