La industria alimentaria ecuatoriana ha comenzado a incorporar el cannabis y sus derivados como ingrediente en sus comidas y bebidas, una tendencia que se inició con la despenalización el año pasado del cannabis con fines medicinales.
«Cuando se conoció la reforma del Código Orgánico Integral Penal (COIP), las industrias empezaron a investigar la semilla del cáñamo como alimento y al CBD (cannabidiol) por sus propiedades medicinales«, indicó a Efe José Dávalos, presidente de Ecuacáñamo, una empresa que se dedica a promoción del cáñamo.
Así, desde finales de 2019 se puede encontrar gran variedad de productos comestibles con esos ingredientes, pese a que en el mundo el auge gastronómico del cannabis se remonta a los 2000.
EL ESTRÉS DE LA PANDEMIA
La pandemia de COVID-19, que obligó al aislamiento de la población durante varios meses, provocó ansiedad y estrés, que en consecuencia también incrementaron la venta de productos con Cannabidiol (CBD), básicamente por sus propiedades relajantes, explica Dávalos.
El empleo del cannabis en la comida era conocido desde hace milenios en el subcontinente Indio, mientras que en el Magreb, su origen parte de la elaboración del Mahjoun, un dulce a base de hachís enrollado con una variedad de especias, frutos secos y edulcorantes naturales.
En Ecuador, los primeros intentos culinarios a base de marihuana han sido el chocolate con CBD y hamburguesas con semilla de cáñamo.
Mayu Ecuador, una de las empresas pioneras, fabrica el producto denominado Chocomedical: chocolates orgánicos enriquecidos con CBD, Triptófano y Vitamina B6, endulzado con panela y libre de lactosa.
Lizbeth Fajardo, directora comercial de la empresa con sede en Quito, asegura que su producto es «pionero, alivia la ansiedad, el estrés y mejora el sueño».
Se trata de una variedad elaborada con un cacao ecuatoriano de fino aroma que, en tiempos de pandemia ha incrementado su demanda, lo que ofrece «una oportunidad para expandir la industria», según Fajardo.
Pero no solo a través del chocolate se ha empezado a canalizar el cannabis comestible en el país andino.
La empresa «Santa María Beer», de Riobamba, ha desarrollado una línea de cervezas artesanales, una de las cuales incluyen un 0,1 % de CBD, y otra, el 0,01 % de TCH (tetrahidrocannabinol).
«La cerveza con THC no te va a volar porque no tiene la suficiente cantidad de cannabinoide, lo que logrará es relajarte y ponerte de buen ánimo», advierte a Efe Oscar Coronel, propietario de la empresa.
UNA ESPERADA REFORMA LEGAL
Tras años de debate, Ecuador legalizó hace un año el cannabis con fines medicinales bajo la premisa de que los productos se elaboren con variedades que no superen el 1 % de THC, el componente psicoactivo del cannabis.
La norma entró en vigor el pasado 21 de junio y con ella Ecuador se ha sumado a más de una docena de países donde la práctica es legal, entre ellos ocho latinoamericanos.
Otro producto que se ha lanzado al mercado a raíz de la ley son las hamburguesas «Hemp Burguer», a base de garbanzo y semillas de cáñamo, que aportan una gran cantidad de fibra.
«Somos los primeros en el país en ofrecer comida rápida saludable a base de semillas de cáñamo, por eso impulsamos fuertemente su consumo», resaltó Shadia Haboud, propietaria del establecimiento The Vegan Spot, pionero en las hamburguesas canábicas.
Estas se sirven acompañadas de un pesto de semilla de cáñamo, vegetales y queso de cayú.
Haboud explica que estas semillas aportan un sabor ligero, parecido al de la nuez, por lo que se combina fácilmente con otros alimentos.
También se comercializan para consumo individual y son utilizadas como aderezos en comidas y bebidas.
«Realizamos pan de banano y las agregamos al final porque no pueden calentarse, tenemos planeado elaborar barras energéticas y mermelada que contenga las semillas de cáñamo, no le cambiará el sabor y le agregará fibra, será más saludable», indicó Irina Llaguno, copropietaria de la empresa Health Store, que las distribuye en todo el país.
PROYECCIONES ECONÓMICAS
De acuerdo a la consultora internacional Grand View Research, el mercado mundial del cannabis genera unos 11.000 millones de dólares, con unas proyecciones para 2027 de 28.500 millones.
A raíz de la nueva ley, Dávalos vaticina un desarrollo del comercio de cáñamo en Ecuador, que incentivará su consumo, las ventas y generará empleo.
El Ministerio de Agricultura aún debe elaborar una reglamentación sobre la siembra y cultivo de cannabis antes del 19 de octubre.
«En Colombia hicieron un estudio que dice que esta industria puede proporcionar 16 empleos por hectárea. Esto podría ser similar en Ecuador si se dedica a una producción en invernadero», concluyó.