Cada familia atendida, recibió 15 láminas de zinc con sus respectivos amarres, una caja de mercado con 29 productos de 12 categorías, una colchoneta, una hamaca, una caja con utensilios de cocina, dos toldillos y el mismo número de cobijas y sábanas.
“Son productos que brindan un soporte a las personas afectadas por eventos naturales o antrópicos, con los cuales se contribuye en la recuperación de la emergencia”, puntualizó Guillermo Pérez, jefe de Gestión del Riesgo Departamental.
El trabajo humanitario realizado por el personal de la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, se ejecutó con el apoyo de los organismos de socorro, entidades encargas de evaluar la situación de las familias y generar el censo de afectación.
Entre las 20 familias atendidas, se socorrió el hogar de Maria Carolina Torres, en donde el colapso de un árbol destruyó totalmente la vivienda; y un menor de 15 años que se encontraba en su interior, se salvó de morir aplastado.
“Es una experiencia que no se la deseo a nadie, de un momento para otro lo perdimos todo”, entre lágrimas, así relató la emergencia doña María.