La llegada de la minga indígena a Bogotá, para seguir protestando en contra del Gobierno del presidente Iván Duque, ha desatado polémica en los diferentes sectores políticos del país.
Algunos congresistas apoyan las exigencias de los voceros del Cric y han rechazado los intentos de algunos dirigentes para estigmatizar la protesta que se adelanta dese hace varios días.
El senador Armando Benedetti está liderando una campaña en redes sociales para reconocer a la minga como una fuerza política y darle la bienvenida a los indígenas que llegaron a la capital.
“¡#BienvenidaLaMinga a Bogotá! ¡#BienvenidaLaMinga con sus reparos! ¡#BienvenidaLaMinga a la protesta! ¡#BienvenidaLaMinga al paro nacional del 21 de octubre! ¡#BienvenidaLaMinga como fuerza política!”, sostuvo.
Otros congresistas se unieron a la campaña. El senador Iván Cepeda escribió: “#BienvenidaLaMinga, ejemplo de dignidad para todos los colombianos”. Y añadió: “espero que hoy el presidente @IvanDuque sin arrogancia, se reúna con los pueblos indígenas, escuche sus testimonios y propuestas de paz y defensa de los territorios”.
La representante Ángela María Robledo, por su parte manifestó en Twitter: “#BienvenidaLaMinga a Bogota. Gracias a alcaldesa @ClaudiaLopez por su acogida en nuestra Bogotá, ciudad cuidadora”.
El senador Gustavo Bolívar trinó: “#BienvenidaLaMinga a Bogotá. Ejemplo de dignidad y coraje en un país donde la constante es dejarse aplastar sin abrir la boca. Minga Pacífica como ha estado por donde pasa. Listos para el rechazo de Duque. Listos para el asco de los supremacistas mestizos del uribismo”.
Otros congresistas afirman que los integrantes de la minga indígena tienen todo el derecho de marchar y protestar, siempre y cuando lo hagan de manera pacífica.
El senador John Milton Rodríguez dijo que “es importante que la Fuerza Pública garantice la no manifestación de violencia, de vandalismo, por grupos al margen de la ley que tratan de instrumentalizar estos procesos sociales. Invitar a la ciudadanía a salvaguardar el orden, la integridad y el respeto por las instituciones, los bienes públicos y privados”.
Tras su llegada a Bogotá, los voceros del Gobierno se mostraron dispuestos a dialogar con los voceros de la minga, dejando claro que detrás de ella podría haber algunos intereses políticos.