El expresidente de Bolivia Evo Morales dijo este lunes desde Buenos Aires que «tarde o temprano» volverá a Bolivia y reiteró que los procesos en su contra son «parte de una guerra sucia», después de que, según sondeos a pie de urna, su candidato, Luis Arce ganara en primera vuelta las elecciones del domingo.
«Es cuestión de tiempo. Mi gran deseo es volver a Bolivia«, expresó el exmandatario en una conferencia de prensa en la que insistió en que cuando se dé ese eventual regreso a su país, que abandonó en noviembre de 2019 tras dejar la Presidencia denunciando un golpe de Estado, su intención es asentarse en su región, la zona del Trópico de Cochambamba.
Y recalcó, al ser preguntado si ocupará algún cargo en el nuevo Gobierno, que lo que quiere es ser «agricultor y pequeño productor» en esa zona.
Morales, sobre quien pesan en su país varias órdenes para comparecer por acusaciones de genocidio, terrorismo y sedición, que él niega, agradeció a los líderes de izquierda de la región que lo apoyaron y dijo que tras la jornada electoral recibió varias llamadas, entre ellas del papa Francisco, de la que no dio más detalles.
«Sentimos que no estamos solos», aseveró, y aunque volvió a cargar contra el imperialismo, señaló que la política de su partido, el Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), es «tener relaciones con todo el mundo», incluido Estados Unidos, pero de «respeto mutuo».
En este sentido, anheló el relanzamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), «que tanta falta hace en este momento», y recordó los tiempos en que coincidió en el poder con Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela) y Néstor Kirchner (Argentina): «los pueblos movilizados identificando a sus enemigos en lo ideológico, programático, cultural y social, interno y externo».
Vuelve a negar fraude
Mientras el órgano electoral de Bolivia reanuda el cómputo oficial de votos, que con cerca del 18 % de actas escrutadas da ventaja al candidato presidencial Carlos Mesa, los sondeos a boca de urna dan vencedor desde la noche del domingo a Luis Arce, y tanto la presidenta interina, Jeanine Áñez, como el propio Mesa ya han reconocido el triunfo del MAS-IPSP.
El expresidente, que ejerció desde Argentina como jefe de campaña de su partido y ya anoche proclamó la victoria de su candidato, reiteró que el pueblo ha sido «consciente» y «valiente» para «decir no a la dictadura», en referencia al Ejecutivo interino, al que siempre acusó de haber dado un golpe.
Las elecciones, en las que no optaba a ningún cargo, se han dado un año después de que fueran anuladas las anteriores en medio de denuncias de fraude a favor de la reelección de Morales: «¿cómo yo podía hacer fraude?», criticó hoy. «El año pasado ganamos sin ningún fraude las elecciones. Y este resultado demuestra que no hubo fraude», consideró, y recalcó que en el movimiento indígena no son «vengativos ni revanchistas» y que para él la política es «la ciencia del servicio, es esfuerzo, compromiso y sacrificio por los más humildes».