Los restos del médico venezolano José Gregorio Hernández, del que muchos ciudadanos del país son fervorosos devotos, serán exhumados este lunes, un paso necesario antes de la beatificación que fue autorizada por el papa Francisco.
Este es un requisito exigido por El Vaticano para constatar si allí está enterrado el futuro beato y verificar si todo coincide con el acta que se redactó tras una primera exhumación en 1975, según detalló la Conferencia Episcopal Venezolana.
En aquel año, los restos de José Gregorio Hernández fueron trasladados del Cementerio General Sur en Caracas, hasta la céntrica iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, donde reposan actualmente.
Durante el acto, médicos patólogos, especialistas, y los fiscales jurídicos de la Iglesia, que actúan como testigos forenses, inspeccionarán los restos del médico que, si se cumplen los planes, será beatificado en el primer trimestre del 2021.
Los especialistas extraerán reliquias denominadas «de primer grado», que consisten en pequeños fragmentos de huesos, para ser enviadas a cada diócesis y arquidiócesis del país, así como a Roma.
El acto será transmitido en vivo en el mismo día en que se cumplen 156 años del nacimiento del futuro beato, conocido como «el médico de los pobres».
El pasado 19 de junio, cuando el papa Francisco autorizó su beatificación, el cardenal venezolano Baltazar Porras exaltó a José Gregorio Hernández como un símbolo de unidad para todo el país por encima incluso del libertador Simón Bolívar.
El futuro beato, que murió atropellado en Caracas hace casi 101 años, se ganó su halo de santidad tanto en Venezuela como en los países del entorno por su labor en pro de los más desfavorecidos y sus reivindicaciones para reclamar más atención de los gobiernos hacia las regiones de interior de Venezuela.
Por eso, ya es considerado un santo entre los más humildes de Venezuela y buena parte de la América andina, donde se le atribuyen numerosos milagros y donde los feligreses piden hace años su intervención para curarse de todo tipo de problemas médicos.
Como médico, trabajó en el comité de expertos venezolanos que trabajaron para mitigar la expansión de la pandemia denominada «gripe española«, razón por la que muchos feligreses han acudido a él para pedirle que interceda y libre al mundo de la COVID-19.
Francisco ha reconocido uno de los milagros que se le atribuyen y se remonta al 15 de marzo de 2017, cuando la niña, de 10 años Yaxury Solórzano Ortega recibió un tiro en la cabeza durante un asalto a su padre.
Los médicos informaron a sus padres que iba a fallecer, su madre rezó a José Gregorio y Solórzano se curó, según la versión de los familiares.