La secretaria de Estado de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, denunció este miércoles ser objeto de amenazas de muerte y culpó de ello al presidente Donald Trump por su campaña para poner en duda la limpieza de las elecciones.
En una declaración publicada en su página de Twitter, Hobbs dijo: «Lo cierto es que ya estaba preparada para estas amenazas de violencia y fuertes críticas. He sido trabajadora social durante muchos años y puedo anticipar esta reacción cuando algunas personas se sienten impotentes y enojadas».
«Estas acciones son completamente abominables, especialmente cuando se dirigen a mi familia y a mi personal», indicó Hobbs, quien agregó que estas acciones son síntoma de un problema más profundo: «el socavamiento constante y sistemático de la confianza en los demás y en nuestros procesos democráticos».
Desde que hace diez días se anunciara que el demócrata Joe Biden tenía los votos electorales suficientes para ser investido presidente el 20 de enero, Trump está empeñado en una campaña de desinformación en la que dice haber ganado las elecciones y ser objeto de un «fraude generalizado», sin que haya pruebas de ello.
Según la secretaria de Estado, que fue una de las responsables de supervisar el conteo de votos en Arizona, Trump y sus aliados republicanos han «alentado» la desconfianza en el resultado.
Trump perdió los once votos electorales que había en juego en Arizona al perder frente a Biden por una diferencia de poco más de 10.000 sufragios, equivalentes a tres décimas porcentuales.
De acuerdo con medios locales, Hobbs ha recibido amenazas en foros de internet como Parler, frecuentados por extremistas y creyentes de teorías de la conspiración, como que hay un complot contra Trump.
«Quememos su casa y matémosla a ella y su familia, y demos una lección a estos estafadores», rezaba una de esas amenazas a Hobbs, cuya dirección sido publicada en esos medios.
«Sus palabras y acciones tienen consecuencias», dijo la secretaria de Estado en referencia a Trump, y agregó que los mensajes de odio contra ella, su familia y el personal de su oficina son continuas y han ido en aumento.
«El presidente, los miembros del Congreso y otros funcionarios electos (…) están perpetuando la desinformación y están alentando a otros a desconfiar de los resultados de las elecciones de una manera que viola el juramento del cargo que tomaron«, apuntó.
La semana pasada las proyecciones de los principales medios del país confirmaron la victoria de Biden en Arizona, la primera vez que un candidato presidencial demócrata gana en ese estado desde que lo hiciera el expresidente Bill Clinton en 1996.