Alejandro Navarro era un profesor del Distrito Escolar Consolidado Independiente de San Felipe, en la ciudad Del Río (Texas, Estados Unidos), que falleció la semana pasada (su familia aclara que no fue por covid-19)
Su hija, Sandra Venegas —también docente —, hizo público este caso para que los maestros no normalicen trabajar fuera de la jornada laboral, pues, un día antes de morir, su padre se llevó el computador al hospital para seguir revisando los trabajos de sus estudiantes.
Este es el texto completo de su hija:
«Este es mi padre, Alejandro Navarro, un día antes de su fallecimiento, preocupado por terminar las calificaciones de los reportes de progreso. Él sabía que iba a la sala de urgencias, así que empacó su portátil y cargador para poder ingresarlos.
«Los médicos venían a verlo. Le estaban haciendo pruebas, le decían que necesitaba decidir qué quería hacer en caso de que su corazón se detuviera: RCP [reanimación cardiopulmonar], intubación o irse en paz. Él les respondía las preguntas y seguía con las calificaciones».
«La última vez que lo vi fue el lunes [14 de diciembre] y se pasó trabajando las dos horas que estuve en su casa. Hubiera querido que cerrara su laptop y disfrutara del tiempo que pasaba con él».
«Los profesores dedican tantas horas extra, horas de las que muchos no se dan cuenta. Incluso durante una pandemia, incluso durante una crisis de salud, los profesores se preocupan por cumplir sus deberes».
«Agradece a tus profesores. Si estás casado con uno, ayúdalo a establecer sus límites; si eres la hija o el hijo de uno, no lo dejes trabajar cuando estén en casa. Sé amable con tus profesores».
«Profesores, no normalicemos trabajar fuera del horario, no normalicemos quedarnos en el trabajo hasta tarde. Eres reemplazaba en el trabajo. NO eres reemplazable en casa. Papá, ¡te extrañaremos mucho! ¡Te amo».