El defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, reveló que durante las restricciones que se implementaron en el país para atender la pandemia del coronavirus, se incrementaron los hechos de violencia de género contra las mujeres y las personas con Orientación Sexual e Identidad de Género Diversas (OSIGD), con 1.617 casos.
Los ataques contra las mujeres ocurrieron específicamente en los departamentos de Arauca, La Guajira, Norte de Santander, Putumayo y Santander.
Assis explicó que se creó una estrategia que permita atender a las mujeres en las zonas en las que más, se han registrado ataques.
“Hemos comprobado que la pandemia agudizó en Colombia el problema de violencia contra las mujeres y las personas con orientación sexual e identidad de género diversas. En respuesta a esa situación, en la Defensoría del Pueblo creamos una dupla de género entre la Defensoría delegada para los derechos de las mujeres y la de género, para ser especial seguimiento a la situación de la población migrante en los departamentos de Arauca, La Guajira, Ocaña (Norte de Santander), Putumayo y Santander”, señaló.
«Identificamos 1.617 casos de violencia basada en género: un 31% en población refugiada, migrante y solicitante de asilo y, de ellos, un 12% de personas con orientación sexual e identidad de género diversas. Hemos atendido estos casos con activación de rutas y acceso a la justicia, apoyo psicosocial y ayuda para la reconstrucción de su proyecto de vida”.
Según el informe de la Defensoría del Pueblo, los tipos de violencia se registraron así: física (18%), sexual (6%), psicológica (42%), patrimonial (6%) y económica (27%).
Sin embargo, existe otro tipo de maltrato que es el más recurrente entre la violencia de género en Colombia, de acuerdo a la investigación desarrollada por la Defensoría del Pueblo.
“La violencia psicológica constituye el mayor porcentaje dentro de los tipos de violencia expuestos y es transversal a todos estos, ya que cualquier hecho que cause daño a la persona en cualquiera de sus formas, desencadena también un daño y sufrimiento psicológico. Este tipo de violencia hace referencia a comentarios intimidatorios, acoso, amenazas, aislamiento, desprecio y humillación, entre otras”, señalan apartes del informe.
También se identificó que las mujeres y las personas con Orientación Sexual e Identidad de Género Diversas (OSIGD) han enfrentado difíciles condiciones económicas puesto que muchas se dedican a la informalidad y, por ello, “se ven expuestas a la escasez alimentaria y la habitabilidad de calle, por cuenta de los desalojos por incumplimiento en el pago de arrendamiento”.
Debido a esto, se ven involucradas en casos de violencia sexual. Las mujeres también son violentadas por la carencia de los servicios de salud, además de los métodos de planificación familiar.
Foto: Colprensa