Un nuevo análisis publicado por la revista ‘Frontiers Conservation Science’ reveló que la humanidad subestima los efectos del cambio climático y «se acerca a un futuro espantoso».
Los científicos reseñaron esta publicación como una «ducha fría» de realidad, dirigida en especial a los tomadores de decisiones sobre los efectos del cambio climático en agua, aire, desabastecimiento de alimentos y otras pandemias, entre otros.
La publicación destacó que «la humanidad está provocando una rápida pérdida de biodiversidad y con ella, la capacidad de la Tierra para sustentar una vida compleja. En conclusión, su extinción (con este panorama) es inminente».
Los datos
El tamaño de la población de las especies de vertebrados que se han monitoreado a lo largo de los años ha disminuido en un promedio del 68% durante las últimas cinco décadas con ciertos grupos de población en declive extremo, aseguró la revista con información de la ONG ambiental WWF.
«Quizás un millón de especies están amenazadas de extinción en un futuro próximo de entre 7 y 10 millones de especies en el planeta», señaló la publicación que agregó que alrededor del 40% de las especies de plantas se encuentran con alguna amenaza a la extinción.
El panorama sobre los ríos, humedales y océanos es igual de preocupante, ya que «los entornos de agua dulce y marinos también se han visto gravemente dañados. Hoy en día solo queda el 15% del área original de humedales a nivel mundial en comparación con hace 300 años y el 75% de los ríos (1000 km de largo) ya no fluyen libremente a lo largo de todo su curso».
En cuanto a los océanos, el informe reseñó que «más de dos tercios de los océanos se han visto comprometidos en cierta medida por las actividades humanas, la cobertura de coral vivo en los arrecifes se ha reducido a la mitad en menos de 200 años, la extensión de pastos marinos se ha reducido disminuyendo en un 10% por década durante el último siglo, los bosques de algas han disminuido en un 40% y la biomasa de grandes peces depredadores es ahora del 33%, de lo que era el siglo pasado».
Entre tanto, la consecuencias más directa y en la que los seres humanos nos vemos afectados es en la provisión de varios servicios de calidad que nos ofrecen diversos ecosistemas.
«Una pérdida de biodiversidad tan rápida y catastrófica genera que los servicios que proporciona la naturaleza también disminuyan. Estos incluyen, entre otros, la reducción del secuestro de carbono, la reducción de la polinización, la degradación del suelo, una peor calidad del agua y del aire inundaciones más frecuentes e intensas e incendios. Todo esto ha comprometido la salud humana», indicó el informe de la revista ‘Frontiers Conservation Science’.
Más seres humanos y ganado que vida silvestre en la tierra
El estudio reseñó también que «los estimados de biomasa viva de vertebrados terrestres en la Tierra hoy en día, la mayoría está representado por ganado (59%) y seres humanos (36%). Solo el 5% de esta biomasa total está compuesta por mamíferos salvajes, aves, reptiles y anfibios».
La publicación agregó que «a partir de 2020, la producción total de material del esfuerzo humano excede la suma de toda la biomasa viva en la Tierra».
La sexta extinción masiva
Para los científicos, «una extinción masiva se define como la pérdida de 75% de todas las especies del planeta en un intervalo geológicamente corto, generalmente unos 3 millones de años.
«La unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que alrededor del 20% de todas las especies están en peligro de extinción durante las próximas décadas, lo que supera con creces la tasa de referencia», afirmó.
Metas incumplidas y subestimando el cambio climático
Para los expertos que realizaron el informe, «detener la pérdida de biodiversidad no está ni cerca de la cima de las prioridades de ningún país, por detrás de otras preocupaciones como el empleo, la atención médica, el crecimiento económico o la estabilidad monetaria».
Y sugieren que «el surgimiento de una pandemia pronosticada desde hace mucho tiempo, probablemente relacionada con la pérdida de biodiversidad, ejemplifica de manera conmovedora cómo ese desequilibrio está degradando tanto la salud humana como la riqueza natural».
«Impotencia política»
Los científicos concluyeron también que «si la mayoría de la población mundial realmente entendiera y apreciara la magnitud de las crisis que resumimos aquí y la inevitabilidad del empeoramiento de las condiciones, uno podría lógicamente esperar cambios positivos en la política y las políticas para igualar la gravedad de las amenazas existenciales. Pero está sucediendo lo contrario».
«Sin embargo, nuestro objetivo no es presentar una perspectiva fatalista, porque hay muchos ejemplos de intervenciones exitosas para prevenir extinciones, restaurar ecosistemas y fomentar una actividad económica más sostenible a escala local y regional. En cambio, sostenemos que solo una apreciación realista de los colosales desafíos que enfrenta la comunidad internacional, podría permitirle trazar un futuro menos devastado», indicó la publicación.