La crisis suscitada por la pandemia tiene en alerta a varias de las principales ciudades del mundo. Por ejemplo, Bogotá no es escapa a esta realidad que tiene en alerta roja a la red hospitalaria, por cuenta de la alta ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
A propósito de esta situación, en Italia es investigado un prestigioso médico que es señalado de haber atendido de manera irregular a varios pacientes que tenían la covid-19.
Se trata de Carlo Mosca, director general del servicio de urgencias del hospital de Montichiari, en la región de Lombardía, que fue detenido este martes al ser señalado por la justicia de propiciar la muerte de dos pacientes con coronavirus.
Los hechos que son materia de investigación habrían ocurrido en marzo pasado, luego de que se presentara un colapso de la red hospitalaria por el alto número de contagios en ese país.
De acuerdo a las primeras pesquisas de la Fiscalía italiana, Carlo Mosca les administró intencionadamente dosis letales de fármacos a unos pacientes con efecto bloqueador neuromuscular. Luego de este procedimiento, el galeno no hizo la maniobra de intubación, lo cual llevó a la muerte a los enfermos.
En la investigación están los casos de Natale Bassi, de 61 años, y Angelo Paletti, de 80 años que murieron en circunstancias aún por establecer. Igualmente, los investigadores adelantan pesquisas por otras tres «muertes anormales«.
La jueza Angela Corvi, quien ordenó la captura del médico, indicó que Carlo Mosca tuvo «plena conciencia y voluntad de matar» al tomar algunas decisiones en el centro asistencial que conduce.
En el mismo sentido, la jueza dijo que su motivo sería a su propósito de «liberar no solo las camas», sino también «los recursos humanos, físicos y emocionales de los médicos, las enfermeras y los operadores de la sala de emergencias«.
Ahora, el galeno será procesado por doble homicidio voluntario agravado y falsificación en acto público. Se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario a la espera de que se resuelva su situación jurídica.
El médico de momento ha negado todas las acusaciones al señalar que todo es por “alegatos infundados” y que su intención siempre fue salvarles la vida a los pacientes.