“Mi sueño es ser profesional, encontrar un buen trabajo y ayudar a mi padre”, dijo Brayan Yesid Gutiérrez Arrieta, un yopaleño de 19 años de edad, con artrogriposis crónica, que hace parte del grupo de los 30 becarios de inclusión social en Unitrópico.
Brayan nació con este síndrome, que le impide correr y como él lo afirma, “no puedo hacer cosas que los humanos hacen, como flexiones de pecho y otros”, pero el espíritu trabajador de su padre, Jhon Jairo Gutiérrez Jaimes, lo motiva a seguir adelante.
Su padre, es un vendedor ambulante en las calles de Yopal, quien asegura haberse enamorado de la capital casanareña hace 24 años, cuando llegó de su tierra natal (Saravena, Arauca), para radicarse en el barrio La Campiña y sobresalir solo con su hijo.
En medio del trajín, para sacar su venta de limonadas, arepas y empanadas, le deja el desayuno a su hijo y comienza a sacar ‘El Correcaminos’, como apoda su carro adecuado para el oficio y se ubica a buscar los recursos del día, dejando como frase “así mi hijo tenga una discapacidad, las cosas toca ganárselas porque nada es regalado”.
Tras asumir la responsabilidad de su hijo, Jhon Jairo afrontó el reto de permitirle a Brayan caminar, ser bachiller y ahora tiene la esperanza de que obtenga el título como Ingeniero de Sistemas, luego de ver un anuncio en las redes sociales y de ser conocido por su venta de limonadas, tocó puertas para que Unitrópico lo escuchara y fuera aceptado en el plan de becas.
“Gracias a Unitrópico por haberme dado la oportunidad, porque soy sincero, para sacar un hijo profesional a punta de limonadas, es muy difícil, hay que tener mucha plata”, aseguró.
Brayan Gutiérrez inició su proceso de matrícula en Unitrópico y con expectativas, espera obtener un buen promedio académico, que le permita graduarse y enorgullecer a su padre por sumar un sueño cumplido en sus vidas.