Una mujer de origen chino, que tomó un vuelo en marzo de 2020 para regresar a su país desde Estados Unidos, a pesar de saber que estaba infectada de coronavirus, está pagando un año de cárcel, según confirmó el medio China Daily.
La decisión fue ratificada por el Tribunal Popular del Distrito Shunyi de Pekín, en China, que condenó a Li Jiem, de 38 años, a un año de cárcel y a otro de libertad condicional por ocultar los síntomas de la enfermedad sin importarle la seguridad de los otros pasajeros.
Una vez descubierta en China, las 63 personas que viajaban con ella entraron a cuarentena. Posteriormente, en el tramo final del juicio por obstaculizar los controles para evitar los contagios masivos de coronavirus, recibió su condena en octubre del 2020.
La crisis en ese país ha generado que actualmente varios lugares de China como estaciones de tren, parques y otras zonas públicas permanezcan vacías por el miedo a nuevos rebrotes de coronavirus.
En este complejo contexto, la OMS se encuentra en Wuhan, lugar donde se originó la pandemia en 2019, para investigar el nacimiento del virus que ha matado a más de 2,17 millones de personas en el mundo y ha contagiado a más de 100 millones.
Por otro lado, resulta paradójico que en medio de la pandemia en ese país se hayan registrado fiestas descomunales en Wuhan, donde mujeres y hombres aparecían felices celebrando mientras el mundo aún continuaba encerrado.