Un año después de su inauguración, “La Marca”, el primer estudio de tatuajes “profesional” de Cuba, ha puesto de moda el llevarse un souvenir de la isla caribeña en la piel y de paso ha mejorado la imagen de ese arte en un país donde poco a poco va calando la moda de dibujarse el cuerpo.
“Nuestro principal interés siempre fue legitimar el tatuaje en Cuba, darlo a conocer para cambiar la visión que de él se tenía, ya que ha estado estigmatizado por mucho tiempo”, aseguró a Efe el veterano tatuador Leo Canosa, líder de este “espacio cultural para la convergencia” artística.
Ubicado en el corazón de la Habana Vieja, entre vendedores de souvenirs y restaurantes, “La Marca” apuesta por una estética original y el “tatuaje de autor”, una de las razones del éxito del proyecto, explica Ailed Duarte, esposa de Leo y una de sus más cercanas colaboradoras.
“Creo que nos ha ayudado la novedad, la curiosidad por lo que hacemos y por suerte los clientes han sido muy receptivos, no sólo los cubanos, sino también los extranjeros que pasan o nos han visto en las redes sociales y llegan buscando un recuerdo diferente de Cuba“, insiste.
El estilo del pequeño local, una mezcla de boutique de diseño y galería, anticipa el espíritu desenfadado y original de sus propuestas, que van desde dibujos de la bandera cubana hasta intrincadas figuras geométricas o representaciones muy personales de Frida Kahlo.
Los diseños con imágenes de la identidad cubana han sido los más populares entre nacionales y turistas por igual, en parte porque reflejan un universo visual “muy cubano” que sigue siendo “muy rico” y “diverso”, afirma el diseñador Robertiko Ramos, fundador de La Marca y uno de sus más entusiastas promotores.
Entre las propuestas típicamente cubanas del estudio resaltan dibujos de “mojitos” con la palabra “Havana”, botellas de ron a la deriva, tiburones con sombreros de yarey (mimbre) y habanos, y múltiples imágenes de “Elpidio Valdés”, uno de los personajes de dibujos animados más famosos de la isla.
“Los turistas muchas veces vienen con poco tiempo, a lo mejor no confían en hacerse un tatuaje en Cuba, y luego pasan, ven los diseños y las condiciones en que trabajamos, y entonces se deciden. En su mayoría son diseños pequeños, que no llevan mucho tiempo”, precisa Duarte.
Para Tobías, un joven aventurero danés, fanático del equipo de fútbol Barcelona, una de las mejores maneras de recordar su estancia en la isla caribeña fue hacerse un dibujo en la piel, tradición que comenzó en sus viajes por el mundo.
“Hice una búsqueda en internet, encontré La Marca y aquí estoy”, contó a Efe mientras se tatuaba un diseño de dos manos sosteniendo un habano a un costado de la espalda, cerca de la palabra “Barça”.
Aunque más de 590 personas se han tatuado en La Marca desde su apertura (el 30 de enero de 2015) este estudio permanece en un limbo legal en el que no pudieron seguir un grupo de pequeños locales, cerrados el año pasado por no contar con licencias para su funcionamiento.
“No pensamos que La Marca sea el primer estudio legal, sino que somos el primero profesional, porque nos preocupamos que tenga los estándares artísticos e higiénico-sanitarios que requiere esta función, a la altura de cualquier estudio del mundo”, apunta Canosa.
El artista reconoce que en mayo pasado “inspectores estatales” cerraron varios estudios, aunque el suyo “se mantuvo ejerciendo sus funciones diarias sin ningún problema”.
“El que el tatuaje en Cuba no sea legal ni ilegal, hace que esté en un limbo, pero no creo que la solución sea incluirlo en una de las categorías de trabajos por cuenta propia que se pueden ejercer, más bien pienso que se debe insertar en el circuito artístico y crear algún gremio que nos acoja como artistas”, advirtió.
Unido a la condición alegal de su negocio, Canosa, con más de 20 años de trayectoria dentro y fuera de Cuba, afirma que también es “un reto” garantizar los materiales para trabajar, que llegan al país en “su gran mayoría” dentro de sus maletas o gracias a colaboradores.
Ahora, en su primer aniversario, La Marca se propone celebrar con la apertura de una exposición plástica, conciertos y sorteos de tatuajes gratuitos.
“El tatuaje cubano todavía es muy joven, pero estamos trabajando en ello”, señaló Canosa, uno de los nombres más respetados de este mundillo en la isla.
Por EFE