El Partido Comunes, antigua Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, anunció este martes su disposición a hacer parte de las siete fuerzas y partidos políticos del denominado ‘Pacto Histórico’ para conformar una lista de convergencia y conquistar un congreso de mayorías en las elecciones del 13 de marzo de 2022, junto con una consulta para escoger un candidato único para la Presidencia, de todas las fuerzas progresistas y liberales”.
En una declaración, la dirección de ese movimiento señala que saluda dicha propuesta de convergencia y declara su entera disposición a ser parte de dicho ‘Pacto Histórico’, «con 55 senadores y 86 representantes, que es la metaque se han propuesto las fuerzas convocantes, como garantía de que tendremos las mayorías necesarias para aprobar las reformas urgentes que demanda la transformación de Colombia”.
“Desde ya queremos decirles que pueden estar seguros de que las cinco curules de Senado y cinco de Cámara que, en virtud del Acuerdo de Paz, corresponden al partido Comunes para el periodo 2022-2026, harán parte de ese bloque mayoritario que debe aprobar las reformas necesarias para cambiar el rumbo de nuestro país”, subraya la declaración del Partido Comunes.
El senador Carlos Antonio Lozada sostuvo en una rueda de prensa que se identifican con la convocatoria hecha por distintas fuerzas políticas y, atendiendo lineamientos de la reciente Asamblea Nacional, que aprobó la plataforma política de 16 puntos y una propuesta de convergencia por la paz, la vida y la democracia, les parece «un acierto abrir las listas a la participación de todos los sectores sociales y políticos, a la ciudadanía y a quienes estén de acuerdo con los objetivos de transformación para Colombia, quieran poner sus nombres a consideración de los votantes”.
La declaración del Partido Comunes concluye que «la actual situación del país demanda medidas urgentes, entre ellas la implementación integral del Acuerdo de Paz con su reforma rural integral; la reforma política, incluidas las 16 curules para las víctimas; el desmantelamiento de las organizaciones paramilitares y bandas criminales responsables de asesinar centenares de líderes sociales y exguerrilleros firmantes de la paz; una nueva política de drogas; así como avanzar por el camino de la reconciliación por la vía de restablecer los derechos a las víctimas del conflicto”.