Más de 40.800 euros sería el valor del seguro de vida que, al parecer, Hakan Aysal de 40 años quería cobrar ocasionándole la muerte a su esposa Semra Aysal, quien tenía siete meses de embarazo.
Las autoridades que llevan el caso aseguran que el hombre empujó a la mujer de 32 años para cobrar el seguro de vida, sin embargo, Aysal insiste que no fue el responsable del accidente.
«Después de tomar una foto, mi esposa guardó el teléfono en su bolso; más tarde me pidió que le diera el teléfono. Me levanté y luego escuché a mi esposa gritar detrás de mí, cuando me alejé para sacar el teléfono de su bolso», indicó.
Los hechos ocurrieron en Butterfly Valley en Mugla, Turquía y aunque no se ha demostrado que el hombre haya ocasionado la muerte de la mujer y su hijo, el Tribunal Superior de lo Penal de Fethiye determinó que Hakan Aysal debe permanecer bajo custodia por asesinado premeditado.
Preguntado sobre las cuestionables primas de seguros, Aysal dijo: «Me interesan los deportes extremos desde 2014; paracaídas, puenting, rafting. Por eso tenía un seguro de vida antes de casarme».