El Departamento de Estado de Estados Unidos certificó la labor de Colombia es su lucha antidrogas durante el 2020, destacando el haber superado sus esfuerzos en erradicación de cultivos ilícitos en un año de crisis sanitaria por la pandemia de la covid-19.
El documento, que por trámite debe ser enviado al Congreso de Estados Unidos, indica que el Gobierno de Iván Duque superó su meta de erradicar en 2020 unas 130.000 hectáreas de cultivos de coca, y logró destruir 130.147.
El texto indica que «Colombia alcanzó este nivel histórico de erradicación manual a pesar de los desafíos de la covid-19, un aumento dramático de las protestas de los cocaleros que se oponen a la erradicación manual, y un aumento de los ataques violentos contra los erradicadores».
No obstante, según ha tenido acceso el diario La República, en el documento se indica que el gobierno de Iván Duque se comprometió a reducir los cultivos en 50 % antes de finales del 2023, es decir, que las hectáreas de coca no superen las 105.000 y la producción de droga esté por debajo de las 450 toneladas métricas.
En todo caso, Estados Unidos destaca que Colombia «continuó aplicando una agresiva política antinarcóticos en 2020 y 2021, en consonancia con los cinco pilares articulados en su estrategia nacional antinarcóticos (…) mediante el desmantelamiento de las organizaciones criminales, la reducción de la oferta de drogas, la reducción de la demanda de drogas, la lucha contra el lavado de dinero y el aumento de la presencia del Estado en las zonas rurales donde prospera el narcotráfico».
Se menciona además que el gobierno colombiano hizo progresos significativos «para implementar su estrategia mediante la erradicación de la coca, continuó los esfuerzos para reanudar la erradicación aérea, y decomisó narcóticos y precursores químicos utilizados en la producción de narcóticos».
Otra de las razones que da el Departamento de Estado estadounidenses para la certificación es que «Colombia tomó medidas para mejorar la presencia permanente del Estado en las zonas rurales a fin de lograr objetivos de erradicación, crear las condiciones para el desarrollo económico lícito y proteger a las poblaciones rurales vulnerables de las organizaciones criminales».
Asimismo, «Colombia trabajó para combatir las actividades ilícitas de los grupos criminales más allá del
el narcotráfico, incluidos los delitos medioambientales y la minería ilegal».