Este 3 de marzo se conmemora el Día Mundial de los Defectos Congénitos, promovido por La Organización Mundial de la Salud – OMS y La Organización Panamericana de la Salud – OPS, con el fin de generar conciencia sobre el impacto de las anomalías congénitas.
De acuerdo con la OMS, los defectos congénitos son anomalías estructurales o funcionales, como los trastornos metabólicos, que ocurren durante la vida intrauterina y se detectan durante el embarazo, en el parto o en un momento posterior de la vida.
Son la segunda causa de mortalidad neonatal e infantil a nivel mundial. En las Américas, aproximadamente una de cada diez muertes de niños menores de cinco años se debe a estas anomalías. Frente a las causas que los provocan, no es posible asignar una específica a un 50% de estos. Sin embargo, se han identificado algunas de sus causas o factores de riesgo:
Factores socioeconómicos y demográficos: Aproximadamente un 94% se producen en países de ingresos medios y bajos. Esta situación ocurre porque en dichos lugares las mujeres no acceden fácilmente a alimentos nutritivos y están expuestas al alcohol, a las infecciones y a otras circunstancias que afectan el desarrollo prenatal normal.
Factores genéticos: La consanguinidad de la pareja (primos hermanos) aumenta la prevalencia de anomalías congénitas genéticas raras e incrementa casi al doble el riesgo de muerte neonatal e infantil, discapacidad intelectual y otras anomalías congénitas.
Estado nutricional de la madre: Las carencias de yodo y folato, el sobrepeso y las enfermedades como la diabetes mellitus están relacionadas con algunas anomalías congénitas. Si la madre presenta carencia de folato, aumenta el riesgo de tener niños con defectos del tubo neural.
Factores ambientales: Si la madre se expone a ciertos plaguicidas, productos químicos o medicamentos, si consume alcohol, tabaco o sustancias psicoactivas aumenta considerablemente el riesgo de que el feto o el neonato sufra anomalías congénitas.
En el mundo, esta anomalía afecta a uno de cada 33 bebés y causan 3,2 millones de discapacidades al año. Se calcula que anualmente 276.000 recién nacidos fallecen durante los primeros 28 días de vida, la distribución de las causas de muerte en niños menores de cinco años, indica que el 17% de las mismas corresponde a defectos congénitos. En Colombia las malformaciones congénitas se encuentran entre las primeras cinco causas de muertes en los niños entre cero y cuatro años, con predominio en el sexo masculino.
Para los bebés que sobreviven y permanecen con estas condiciones, los defectos congénitos aumentan el riesgo de discapacidad a largo plazo, con gran impacto en los afectados, sus familias, el sistema de salud y la sociedad.
Desde la secretaría de Salud Municipal, a través de la Dimensión de Vida Saludable y Condiciones no Transmisibles, se realizan actividades de inspección y vigilancia epidemiológica ante el evento, garantizando una atención oportuna y con calidad. Así mismo se sensibiliza a las familias y futuros padres sobre las medidas preventivas que ayudan a mitigar las consecuencias adversas de este padecimiento.